142.
leerse
á
la letra en
el
Consejo,
y
á
quanro fundadamente ex:–
pone su Compañero con la claridad y órden, que le son tan
familiares.
9
38
Todos los vasallos de S. M. tienen
la
accion popular
de representar al Trono quanro crean conducente al bien de la
patria ,
á
la recta adminisrracion de la justicia ,
y
á
promover
la
felicidad pública , procediendo con la sinceridad , verdad,
moderacion,
y
oportunidad, que exíge
el
Príncipe Soberano, á
quien
el
Sr.
D.
Alonso
el
Sábio en sus Leyes de Partida llama
:Vicario de rDios
en lo temporal : pues por su divina disposicion
reyna , gobierna á los Pueblos,
y
tiene
á
su cargo la proteccion
de la Iglesia
y
de sus Ministros, para que se arreglen
á
la sana
disciplina ; no debiendo responder en la tierra
á
potestad algu–
na de su conducta como Rey.
6 3
9
La
sinceridad
debe consistir , en que los fines de las
Representaciones no conspiren
á
hacer tal vez odiosa con pretex–
to
de zelo la autoridad pública de los que gobiernan; porque
á
la verdad si se derraman en
el
Pueblo ,
y
se
remiten fuera del
Reyno tales Representaciones , como há sucedido con las del
R. Obispo de Cuenca ; mas bien se puede decir , que
el
objeto
de escribirlas se encaminó á desacreditar al Soberano
y
su Mi-
- nisterio , que
á
avisarle de sus pretendidos defectos.
.
940
Aun entre particulares aconsejan las divinas letras
y
aun la buena crianza, se proceda. por amonestacion
y
corree–
don fraterna, quedando esta reservada entre los labios del que
pronuncia,
y
los oidos del que la escucha; porque si en lugar
de guardarla en secreto, la propala
el
que amonesta , se
infier~
•con claridad , que el objeto es
el
descrédito del próximo con
apariencias de aviso y de exórracion.
9
41
No ignora el R. Obispo, que sus papeles se hán con–
fi ado
á
personas paniculares, que se h:ín sacado copias de ellos,
y
que entre otros parages se hán remitido
á
Roma. El Gobierno
tiene pruebas en mano de esta verdad, de que es fiel depositario
el
Sr. Presidente del Consejo;
y
aunque
el
Fiscal hubiera podido
h acerlo constar plenamente , lo há suspendido por no implicar
á muchos, reservándose en esta parte al Ministerio
el
uso,
que
convenga hacer de dichas pruebas.
942.
¿~e
podia producir
tste
cúmulo de agravios
que
pretende
el
R. Obispo de Cuenca padece el Estado eclesiástico
en España, divulgándose en
el
Reyno ; sin6 presentar en
el
as–
pecto mas horrible
á
la Sagrada Persona de
S. M ,
suponiendo
Nn
2
á