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Cuando en la materia que no ocupa , dice nue tro anta–
gonista , queel Salvador no disminuyóen nada los derechos de
lo prlncipes, ni menguó u facultades, y que despues de u
venida con ervan todo su poder en igual grado que pudieran
antes que e publicase la religion cristiana , ó habla en el sen–
tido en que e ha espresado en las tres primeras disertacio–
nes , de que los príncipes cristianos como tales pueden en ma–
teria de religion lo que podían los príncipes gentiles antes del
advenimiento de Jesucristo ; ó solo intenta decir que de pues
de publicada la religion cristiana pueden ello como tales tomar
las precauciones que dicta la prudencia para impedir lo que
perturbe elórden público y cause e os daño indicado· . Si esto
último, anuncia una co a traída muy fuera de propósito y que
nada prueba en nuestro asunto. Para ser de algun valor habría
de probar antes nuestro doctor, que la independencia
y
accion
esclusiva de erigir obispado , de que goza por derecho divino
la Iglesia , por su naturaleza
y.
condicion perturba el órden
público y e opone
á
la paz y bienestar de los pueblos. Mas ,
¿cuandonuestro adver ario podrá. probar
e
lo? El caso que
supone de que un obi pado pudiera ocupar parte de territorio
de do estados linútrofes rivales, cuya incidencia pudiera oca-
ionar grave inconvenientes, e un caso estraordinario fuera
delónlcn regular , que no entra en la regla general
y
que no
puede crear un derecho para otro caso ordinario que no son
de su naturaleza. En este supuesto, despues que el estado que
pad<'cie e e o inconvenientes , de que no ería causa efectiva el
derecho de erigir
y
demarcar obispados que tiene la Iglesia ,
ino accidental
y
creada de las circunstancias, hubiese tocado
in efectolos resortes de ocurrir
á
la competente potestad ccle–
iástica que pudiera quitarlos,
y
otro que diclára la pruden-
cia , sin duda que ehallaría autorizado
á
tomar medidas po i–
tivas para obviar
á
esos daño . Pero jama este caso e traordi–
nario e cepcionalcon tiluiria en la potestad civil el dercchoor–
dinario
general de erigir ó demarcar todos los obi5pado de
la nacion , como pretende el Sr. Vigil , cometiendo un ridículo