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tiana procurarle el remedio. Entre los medios tendentes
á-atenuar sus malos efectos ninguno más eficaz que el
establecimiento de Montes de Piedad; y tal es el fin de
otro de los proyectos que os someto.
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Y ya que de caridad se trata;
y
siendo su manifesta-
ción más elocuente la obra providencial de las Conferen–
cias de San Vicente de Paú!, felizmente
y
con tan buen
resultado establecidas en Lima, justo es que el Congre–
so Católico trate de que se p ropaguen por toda la Re–
pública;
y
á este fin tiende otro de los acuerdos de la ter–
cera Sección.
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La mujer, esa porción más débil
y
desvalida del gé-
nero humano, rodeada de grandes peligros en la juven–
tud, principalmente cuando se ve desamparada y preci–
sada
á
buscarse
el
sustento por medio del trabajo, no ha
podido ser olvidada por la Sección tercera; y sabiendo
que existe una Congregación denominada •·Hijas del
Santísimo Salvador,'
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que tiende á remediar su triste con–
dición, no ha podido menos que proponeros un voto de
aplauso para ella, y pediros, que la recomendéis á la ge–
nerosidad de los católicos.
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Entre los medios de piedad, que contribuyen de una ma-
nera especial, á la santificación de las familias, el más su–
blime es su consagración á la Sagrada Familia de Nazaret.
La Santidad de León XIII lo ha recomendado viva–
mente; y nuestro muy Rdo. Metropolitano, siguiendo esa
recomendación, lo tiene propueslo á los fieles. Fundados
en estas con,;ideraciones os pedimos que exhortéis
á
las
familias cristianas se apresmen á verificar esta consagra- –
ción.
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La solemnidad del culto externo,
á
cuya majestad
contribuye la música en los templos, cuando ésta inspi–
ra el recogimiento
y
la oración, hace indispensable la re–
forma de ella,
á
fin de que salga de su estilo profano re–
cuerdos teatrales. Con el propósito de conseguirlo os
proponemos el establecimiento de sociedades de "Santa
Cecilia," con el objeto que consta del proyecto respectivo.
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