Previous Page  121 / 376 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 121 / 376 Next Page
Page Background

-105-

inflamó Jos espíritus de Franci co de Asís, Ignacio de

Loyola, Vicente de Paúl, Damián, Lavigerie

y

otros tan–

tos, en vínculos efímeros y egoístas, estériles en lo abso–

luto para el bien, pero fecundos en su saña

y

odio á la

Religión

y

á

sus miembros.

Después de la vida oculta de la Iglesia en las catacum–

bas

y

de verterse

á

torrentes la sangre generosa de los

mártires, el gran Constantino adora la cruz que divisa

en el cielo como el lábaro de su victoria, abriendo así una

era de prosperidad para la Iglesia;

y

solamente entonces

aparecen públicamente los monjes discípulos de Antonio

Amón, Pacomio, Benito

y

otros, para esparcirse

á

mi–

llares cual laboriosas colmenas en los desiertos de las

Ardenas

y

de Jos Vosgos; en la Alemania. la Europa sep–

tentrional, en el Africa

y

el Asia Menor, llevando

á

to–

das partes el bien, la civ-ilización

y

el progreso; luchan–

do palmo á palmo con las bestias feroces, desenmara–

ñando los bosques, disecando insalubres y mortíferos

pantanos, convirtiendo en fértiles floridas y amenas pra–

deras,

y

en deliciosos jardines, los campos más agrestes

é

incultos; haciendo surgir al lado de la misteriosa y vene–

rada celdilla del solitario, preciosos templos

y

prósperas

aldeas que, convenidas en populosas ciudades, ostenta

hoy orgullosa la magnánima y culta Europa.

Ellos y los frailes fueron el refugio de la historia, las

ciencias, las letras

y

las artes durante las irrupcionP.s de

Jos bárbaros y toda la Edad Media, siendo

t-1

precioso

vehículo entre la antigua y la moderna civilización.

Por eso ha dicho muy bien el racionalista Laurent:

"Los monjes fueron pam Europa lo que Jos zapadort-s

americanos para el nuevo mundo, con la diferencia ele

que éstos estaban alentados por el lucro, mientras los

monjes trabajaban por la salud de las almas, y sus sudo–

res refluían en utilidad de los pobres". Y el protestante

1arsham: "Sin Jos monjes seríamos, á la verdad, en la

historia patria, siempre niños".

Cuando los errores de los albigenses afligieron á la

Iglesia, aparecen Jos domínicos y franciscanos para ser

modelos de sabiduría, de virtud, de mode tia, de abne–

gaci.<Í>n~

para regentar las célebres universidades de París,

Bolonia, Padua, Alcalá, Oxford

y

Salamanca; para pro–

ducir al sublime

cotto; al águila de las ciencia ; al in-

¡

4