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· mundo, que te apartas para siempre de lo que amas, que te van fal.
tando los sentidos, que se levanta el pecl.10 ,
q1w.
se llena la boca de
sarro, que te encienden la v.ela, que te dan el Cristo, que se afüan
las narices, que se hunden los ojos, que se trnspillan los dientes, que
se enfria el cuerpo, que le falla el pulso,
y
la rcspiracion, lleno de
.dolores el cuerpo,
y
de cougojas el alma, funda1las en el temo1· tlel
penoso trance, en que se ha de arranca1· del cuerpo con tan gran do–
lor,
y
rnucho mas porque teme si
h~
de perderá Dios para siempre,
y
padecer eternos tormentos,
y
porque la senlencia que se
~ara
luego será definitiva,
é
irrevocable,
y
porque está cicúa de sus cul·
pas, dignas de tales penas·,
y
no lo está de la penitencia, si ha si–
do tal que merezca pcrdon parn el cuerpo, ni pam sí, la cual , co–
nociendo su
611 ,
gime temerosa de la salida, tlel camino nuevo, de
la cuenta estrecha , de la vista de los demonios, del rigor de la di–
vina Justicia. Conoce cuánto mejor le hubiera sitlo amar Ja virtud,
aborrecer los vicios , frecuentar los Sacramentos,
y
hacei· penitencia
de sus pecados. Conoce cmín brc\
1
es ,
y
vanos fueron los ' placeres,
honras
y
riquezas que tuvo,
y
cuán poco el fruto que cogió de ellas.
Y tú en aquella hora <le <lesengaños, juzga.rás de las cosas bien di–
ferenlemente que hasta allí, teniendo por locura lo que ahora te
parece cordura. Y siup qucnias que la muerte le cogiese en el es–
tado que ahora estás, sal luego de él, pues no -es seguro vivi1· en
el es
La
ti
o que no quisieras morir. Haz ahoi:a lo •¡ne rpiisieras ha·
hel' hecho cuantlo llegue la horn , para que tu alma se alegre de que
se le alce el destieno. Haz lo .que la razou te dice , la
j
uslicia te
manda, la fortaleza le pide, la templaza te ordena: sigue el ·cami-
110
derecho de
iu
salvacion, sin torcerle poi· el .interés, por el mie–
do, por el
del~itc,
ó
por la honra: niégate
.á
tí
mismo, toma tu
cmz , s!g,ue
á
Cristo , camina por donde él camin6, pon en sus pi-·
sadas las tuyas, porque es camino, verdad
y
vida; ·siu este camino
no lo hay para el ciclo, sin esta verdatl no se .ruede' acertar,
y
.sin
esta vida no se puede vivir. Este .es el camino que debes seguir,
esia la verdad
á
quien debes cree1·,
y
esta la vida que debes esperar.
' Desprecia lo que se ve, lo que se toca , lo que deleita, aspirn
á
lo
<JUC
no se ve.,
i~i.
·se siente, ni se
gusta ~
Des.e:! lo que Dios tu pro-