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llli LA

S~TISF,\CC IO N

VOl,UNTA.JlH.

2{i

rosa

y

mala ,,

que·

fue menester qnc él derramase· su sangrn, para

hermosea ria, enriquecerla, limpiarla

y ·

1]acerla buena.

'.2.

0

1\'Iira por ella, porque es carne de tu carne;

y ·

cueri)o tu–

yo

~

de Ja manera qne miras por tu cuerpo,

y

lo amas , por lleno

que esté de ayes

y

males,

y

mas, mientras mas flaco; y por Jo me–

nos no la has de querer mal, pues nadie aborreció su carne.

3.

0

·

No pongas los ojos en otra mujer fuera de la tu ya ,

y

con

eso la obligarás: si

conversas no sé dónde, y tratas con

no

quién,

y

entras allá no sé cuanclo , y lo sabe tu mujer ,

y

se ofen–

de,

y

aun ofende

á

Dios con juicios, con odios, con mahliciones,

¿por qué no le quitas la ocasion? ¿Cómo quieres teuer paz? Si di–

ces que no hay mal en ello, y que

110

se ofende Dios, eng;íñaste,

que si tn muj er se ofcnJ e , él ta111bien se ofende <le que la ofendas.

¿En qué ley cabe, que

no hagas por tu muj er, lo que tú quie–

res que ella haga por tí? ¿Qué dirás si tuvieses otra amistad como

esa tuya, aunque fuese con una persona segura ,

y

que la incitase

á

se1· santa? Yo le aconsejaría que dejase la tal amista<l, si

de

ello te hahias <le ofender, siendo la obra tan huena; y todos alaba–

rían mi consejo; pues mira si con mas razon te aconsejo

tí, .que

no trates, que no entres ,

qu '~

110

converses, <pie no rondes , que

iio des , fine no recibas , siendo cosas que por mas q4e tú las ca–

nonices, no son tau santas como las que

ü

tí te cansan en

lu

casa;

y

no

es bien qne se hagan en ella' ni ru era de .ella sin tu gusto,

cuanto mas esotras con tanto di sgusto de tu mujer.

4.°

Confórmate con su volunta1l en todas las cosas lícita:•·

y

mas en las del divino servicio, po1•1¡ue eso agraJa mucho

Dios.

5.

0

Si hiciere algn11as faltas <lignas de remedio, aví:,; aselas

á

solas con suavidail, y amor, y no

COll

aspereza, ui <lcJa11t<' de na-.

die; pues las falt.a s de tu

m11j~r

mas son tuyas qu e de ella, ·pues ,

ólas haapre11tliilo ti c tí,

ó

tú se IJ s has conse ntid o, pcH

110

sal1 cr,

ó

no querer,

ó

no tc11er capacillatl par:i corregirla

y

c11 sc t1arla. Si di–

ces que no 'te agrada por tal,

ó

tal falta r¡u c ti ene , Sa! oinon cutre

todas cuantas mujeres tuvo, dice, que no halló una que en todo le

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