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TRATADO CUART0
que dema·s
d~
ser propio de gente baja , .sin honra, sin
seso~
sin
temor de Dios; poner las manos en su ·muje1·, es cosi) cierta, que
~Has·
se.empeorntl, é irritadas hacen
co~'as
que
~10
lücieran solicita–
das; y lo que nunca· pensaron contra la· hacienda , vida
y
honra de
ellos , porque es injuria gramle,
y
contra toda razon , y ley natural,
afrentar de esa mane1·a á la que es compañera en la vida,
y
consor–
te en los placeres ó pesares, en la buena
ó
mala fortuna. Sócrates
su~
f1:i'ó
toda su vida
á
una mpjer desc·ompuesta ' y terrible con admira–
ble paciencia;. y preguntado, ¿cómo la su fria? Respondió: Po1·que
sufriéndola á
ella ~en
casa, aprendo
á
ser sufrido con los d.e fuera en
la plaza. Pues si la mujer mal a no se ha
de
tratar mal; ¿qué
di.re-·
mos del marido que trata mal á la bu·ena? Apre>véchate
iú
de Jos
remedios primeros, para tener paciencia, pr9cma con los avisos que
tr lre da·do ganar!Q la voluntad, que está ganada, harás de tu mujer
lo que quisieres; y sino
bastá.re,entiende que Dios la toma por in&-:
trnmento, pm;a hacerte á
tí
muy santo.
.
..
CAPITULO Xl. .
REli1EDIOS PARA IUAL
C~~ADAS.
Eres mal casada, to;naste estado , ¿en que pensaste? Estar muy
rica
y
descansada , ser dichosa
~
vivir alegre
y
verte bien empleada,
.¿y
te
hallas pobre , infeliz, sin un rato tle gusto, mal querida y peor
tratada? ¿Uuscaste esposo que te· regalase y sirviese,
y
tienes marido
vicioso,, desamorado, jugador, mal acondicion¡¡do, insolente, des–
cuidado de
Lí,
de su casa., de su hacienda , ·y sobre todo ·necio, ma–
licioso
ó
·celoso, indiscret.o, que te turba
á
modo de leon furioso,
· ·. no solo con bramitlos dé palabras afreútosas, sino con las ·manos
y
ufias
de inconsiderndas obras? Déte Dios paciencia, qüe bien la has
menester' 'y guarda estos do'cumentos ciue i1acen
milagros~
.
1.
0 ·
Arna
á
·tu marid.o en Dios
y·
por Dios, con un amor tierno
y'
perfecto, no de concupiscm1cia, que ·es por tu gusto
ó
interés, ·si–
no de amistad verdatl era , por el bien . suyo, illclinándote.
á
darle
gusLo en to tlo lo justo,
ó
intlifcl'cnte , porque Dios así lo quiere, y
·'