20 / 458
•
•
•
6
-PnfüER
FU~D1MENTO
zon
y
sabiduría ,que le falta. Si
:i.m
~al
c: istiano es' rfoo
y
podero–
so ·,
Y.
dadot á los ·deleites,
~ i·fülás '
·q1rlt!es: .
(f'or
~scM5iÍeno?
:Na,
como no dirías (si es cuérdo}'qti·e un'
mal~
roein es cabatlo '
gl"ne–
roso de raza
y
hfíof'r)"orque i'tiéne'· buenos 4'.jaeces, cap'irraz!Jnes
de oro
y
perlas' mochilas bar.dadas "con gran primor y pre'Ciosa pe·–
drería, bozales ricos y vistosos, sino el que 'es bien
cuarteado~ ~de
hermoso pelo,, ·de animoso
a~iento~, ,-de
buenos cabos, áY1cfios· pe–
cho's
Y".
cabezli' pequeña, b1·ioso en arrancar, ligero en correr /blan–
do en parar ;' est'é tal ' en pelo, es"de grah precio ; si no tiene esto,
aunque le cubras de oro será un·a "mala: bestia. Asi los ricos, po–
derosos y quei<..loeupan ll>S méjores
~ ugares
en el rriundo ; cdn tocJa
su riqueza ;y tilahdo-, si' les
fattan
las parces·· que para ser buenos
cristiau9s-· se requieren. ·
Ma~
demos que la ciencia no fuese "
igno.–
rancfa ;!ni las riquezas pobreza, ni el poder flaqueza, ni las"J10u'ras
deshonra' ni los· deleites miseria' sino que fuesen verd'aderos bie-
.nes'; con todo eso no pueden h·acer
á
nadie dichoso, no sofo··po'r–
q1Je no "'son
eternos·~
piles ·cad"a hora
y
cada ·momento se pueden
pe1·der ,...y de hecho ·se pierilen, como la esperiencia de cád:i dia
ños
lo
e~seña,
ni ·pueden dnrar mucho', pues }os compara San· Gregó–
rio al
,sueño· ~
flor
~humo·,
ni'ehfa y ro'Cio' ántiga,a.
p~n'si'on
·y cierta
esperienci-á.;,cle'sli t-orevedad
é
inconsta·hcia ; sino p'orque quien los
poseyese, para ser feliz, hahi·a de tener to1lo
lo
que ·quisi·ese , sin
que~er: ,c'o~aº ~ala'
'n.iiále culpa
nr
de
~ena ~
y
~ste
tal
~orzosam~nte
babia
de
mom, que?rendo
ó
no 11ucriendo;
s1 ·
Il'O
qmc're morir y
muere·, ya no tiene lo que qniei'e; y si quiere
~orrr ~
ya quiere la
muerte, que es tan
grand~'mal,
·que
el ~
mismo Dios qui'so 'qúe que–
dase escrito
(1)
que él no ·hizo la··.muerte' sino que'la envidiá del de–
monio le dió entrad'a· en' el munde>. Luego de cualquier manera no
se hallará en esta vida hombre del tollo dichoso' 'ni· feloicidad cum–
plida.
Y
si alguno lo había
de
ser fué Satomon,- cuya felicidad· fan–
tástica pondré aquí, para que· nos ayude
'á
confirmar que en este
mundo no se halla el sumo bien
d~
hombre, que buscaban los an–
tiguos filósofos
Y'
buscan hoy desalados los hombres •
(1) Sa¡¡. f. nnm.
13 ..