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PRIMER FUNDAMENTO
,
Académicos
y
Perjpatéticos en vivir sep;ün
fa
ley natural ; los Estói–
cos en la v_irtud., y muchos como..Pitágp¡&:,,.-Ti,mon,, •NaI:ciso, Pe_–
riandro, Recateo, Aristóteles-, Platon y: oiros, des_pues de haberlo
mirado bien, dijeron tantos desvados, que San Agustin
(1)
hace
burla de ellos. Y Marco Varron (á quien llama Tulio varon santísi–
mo é integérrimo) cuenta dos cienta.s ochenta y seis opiniones di–
versas en que unos y otros ponian esta felicidad, y él echa el sello
COU
Ja
suya, pareciéndole
-ser.
mas conforme
á
-·azon qLte )¡is demás.
Para lo cual presupone una verdatl 'cierta,
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Ue
el hombre es com–
puesto de alma y cuerpo; y segun esto, pone el sumo bien en la
posesion de los bienes del cuerpo y alma;
y
como en esta hay dos
partes principales, que son entendimiento y voluntad, quiere que
en el entendimiento haya perfecta sabiduría y en la voluntad con–
sumada virtud'
y
que al cuerpo le folle todo mal y le sobre todo
bien, en lo cual tambien se cngafió corno los demás; porque sien–
do el sumo bien solo uno lo puso en tantas cosas,
y
no habién–
dolo en la tierra lo queria él hallar en ella. Y
el
angélico doctor
Santo Tomás, luz de las escuelas, prneha que el sumo hie.n
y
fe–
licidad del hombre no se puede hallar, ni en las ciencias
y
fac!Jlta–
des, ni en las riquezas y bienes temporales, ni en el poder
y
gran–
deza, ni en las honras, oficios y dignidades, ni en los
del~ites
y
regalos de esta vida, sino en los de la otra. Y cierto, que si mira–
mos bien hallaremos que no hay felicidad sino en la eternidad, y
que en esta vida no hay b\,en cumplido, sino principio de él, que
es la
virt~1d
y
la gracia de Dios , que es gloria comenzada,
y
la glo–
ria despues, que es gracia consumada. Si no, díganme los sabios;
¿qué perfecta sabiduría se puede alcanzaL' en las universidades que
dieron la borla de doctor y victoriaron por el mas sabio del mun–
do
á
quien dijo aquella tau celebrada sentencia? Una sola cosa
sé : que es no nada lo que sé;
y
el otro que afirmó en vida que la
mayor parte de Lo que sabia, era Ja menor de lo que ignoraba; y
en muerte, estando para espirar, rogado de sus amigos les dijese
alguna sentencia notable, pues tantas bahía dicho
y
escrito en vida)
(1) S. Aug.
J.
4. coalra Julian. cap. 3.
&.
lib.
13 de Trinilat. cap. 8.