DE LA SATlSl'ACCION OtlLl<YATOHIA.
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plirlas lo mas presto que ser pudiere,
y
·estando en gracia, parn .
merecer con ellas;
y
aunque las que se cumplei1 en pecado, no son
por entonces satisfactorias, despues poniéndose el penitente en gra-
. c'ia satisfacen.
.
A
esta penitencia,
y
satisfaccion obligatoria ,
ha
de acompafia.r
una vol untad eficaz de mortificarse,
y
vencer en to1lo aquello que
le aparta, ó puede apartar de la gracia ,
y
amistad Je Dios, des–
arraigando vicios,
y
plantando virtudes; porque como sirve de poco
rozar la tierra,
y
limpiarla <le las malezas,
y
espinas que en ella han
brotado, si no le viene la lluvia,
y
ro cío del ciclo,
y
si uo se le. dá
una,
y
otra reja,
y
se siembra de buena semilla ; así el c¡ne qu'i-·:
ta Jcl alma
las mal ezas,
y
espinas
tic
los pecados
y
vicios .por
Ja confesion,
sino
los llora despucs por medio de la peniten–
cia,
y
rompe
la mala
tierra de su carne con las di sciplinas, ci–
licios,
y
otras asperezas, porque no hroten l·as malas yerbas que
suele, y sino siembra en ella la semilla tic las virtudes, estará es–
puesto
-á
cai<las,
y
á
peligrn tic 1io coger
el
fruto qL1e desea de la
vida eterna; porque aunque es verdad, que todos los pecados .mor–
tales se perdonan con la. contricion,
y
verdadera co ll fcs iou, no por
eso se quitan las costumbres viciosas,
y
pasiones desordenadas que
qu~dan
en el al111 a ; las cuales
h;i11
de ir ycncieudo poco
á
poco con
el ejercicio tic las virtudes contrarias,
y
enmielltla de la vida.
Y
~sí
como
á
los cnl'crmos que han couvalccido de alguna gra.vc enferme–
<la<l, suelen los méd ico'> decir
)¡n
raíces de sus mal es ,
y
<lar salu–
dables regirncntos, para que no vuelvan
:1
cae r, los cuales bien
guanlados, les p.rcsc rvcn lle su mal; así
á
los pecadores que se han
vuelto
á
Dios,
y
csL::ín sa nos <le sus cufcrrnedaclcs espirituales, deben
los médicos de las almas darl es entera noticia de las· raíces,
y
foc11-
tes de sus mal es, que soq los sie te vi cios capitales, qne comunrncn.
·ie
se llaman pecados mortales, no porque lo sean, sino porqu e son
fuente,
y
raíz,
y
cansa de que ¡)0r ellos se qu elHanten algunos 1l e
los mamla111i entos ,
y
han
mene~ter
·varios remedi os para librarse de
ellos; los cuales se ponc1rün en _ los cap itulos sigui entes , antes
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