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amaba;" y algunos añadieron: -
''¿Este hom–
bre que ha dado vista
á
los ciegos no podía ha–
ber impedido qne Lázaro muriese?)) Jesus se
hizo conducir al sepulcro y mandó levantar la
loza que lo cubría ; pero Marta le dijo: -
''Se–
ñor, hace cuatro dias que ha muerto y huele
mal."_._'' No te he dicho, re¡.¡licó Cristo, que
si creías verias la gloria de Dios?"
y
cuando
quitaron Ja loza, levantando los oj_os al Cielo,
dijo: "Padre, yo te doy gracias porque me has
oído; yo sabia que me oirias siempre; pero lo
digo por este pueblo que me rodea para que se
convenza de que tú me has enviado." Despues
de estas palabras, levantando la voz dijo: "Lá–
zaro, sal y ven"; y Lázaro, que estaba atado de
pies y manos y cubierto con un sudario, salió
del sepulcro.
Este portentoso milagro, obrado en presencia
de tantas personas, causó en el pueblo gran
conmocion; y un gran número de judíos creye–
ren en Jesus. Pero Jos fariseos y los príncipes de
los sacerdotes que temian su popularidad, re–
solvieron hacerle morir y celebraron un consejo
en el que el gran pontífice Caifas dijo: "Es pre–
cis.o que uno solo muera por la salud de todos.»