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determinaba la época en que debía aparecer;
la de Daniel que precisaba aun mas el tiempo
de su venida;
y
otras muchas, entre In que es
muy notable la de ' Miqueas que señalaba hastil
el lugar en que había de nacer el cristo.
Pero no solo el pu eb lo judío, tambien los ro–
manos
y
<lemas naciones gentiles creían
y
espe–
raban en la apnricion de un envi(;ldo divino.
Cuando
á
consecuencia de la cautividad de Ba–
bilonia la nacion Judía fué diseminada entre los
diferentes pueblos oriental es, la creencia en la
unidad de Dios se fué generalizando
y
contri–
buyó
á
preparar
á
los pueblos para recibir el
Evangelio. Durante la época de la dominacion
de los Lagidas, Tolomeo Filadelfo hizo traducir
al griego, el idioma mas generalizado entónces,
los libros judaicos que fueron leidos
y
colocados
en la biblioteca de Alejandría ;
y
los rabinos
judíos se sentaron muchas veces al lado de los
filósofos griegos, esparcíendose de este modo
mas
y
mas el conocimiento de las profecías. Fi–
nalmente, conquistada la Judea
y
todo el Ori–
ente por los romanos, ,principiaron á estable–
cerse relaciones intimas
y
fre cuentes entre las
distintas naciones que formaban el
imperio ;
así
á
la vez que la ciencia
y
civilizacion griega
el'an llevad as á Roma, las costumbres, creencia
Y. profecias de Jos judíos eran tambicn conocidas
en todos los pueblos, que en la mayor espec–
tacion dirijieron sus miradas fil Oriente en donde
debia realizarse el gran espectáculo que iba
:í.
abrir una nueva era para la humanidad.
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