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tante fué tolerado en Francia hasta el reinado
de Luis XIV que en
1685
derogó el edicl o de
Nantes
y
obligó
á
los Calvinistas
á
abandonar
· sus creencias : su culto fué perseguido, sus igle–
sias cerradas
y
desterrados sus predicadores ;
como 500,000 hugonotes huyeron de Francia
y
los que quedaron fueron victimas de la ·cruel
persecucion que se llamó de las
Dragon(J,das.
Guerra en los Paises Bajos -
Tam–
bien se introdujo en los Paises Bajos la refor–
ma calvinista ; pero solo babia hecho prosélitos
en el pueblo y en la clase media : la nobleza
había permanecido católica. Mas habiendo que–
rido Felipe II establecer la Inquisicion, los fla–
mencos amantes de sus libertades se opusieron;
los ánimos descontentos se exaltaron
y
prin–
cipió ·1a guerra que trajo por consecuencia la
independencia de las provincias protestantes
que tomaron el nombre de Holanda. Para con–
tener á los revoltosos mandó Felipe Il al san–
guinario duque de Alba que estableció el tribu–
nal de los tumultos, llamado por los flamencos
tribunal de sangre,
y entónces se leventaron
por todas partes horcas
y
hogueras para exter–
minar
á
los herejes. Este sistema terrorista au–
mentó el descontento, la reforma cundió rápí–
damente
y
pronto apareció Guillermo de Orange,
gefe de los protestantes, al frente de numerosos
ejércitos para defender sus libertades, religion
y patria; y aunque Felipe
II
retiró al duque
de Alba
y
mandó gobernadores ménos severos,
los protestantes continuaron la guerra
y
al fin
consiguieron su independencia que ftié recono-