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especiales. Aunque la Iglesia Católica, por su
constitucion
y
creencias, estaba asegurada de
nuevas desmenbráciones, no
faltaron en ella
, controversias sobre algunos principios dogmá–
ticos, que llevadas hasta la exager acion por pa–
s iones exaltadas dieron origen á herejías que la
Iglesia ha condenado. Entre estas las mas nota–
bles son: en el siglo XVI los Socinianos, Her–
manos Moravos
y
Mol inistas; en el XVIl los Jan–
senistas, Quietistas
y
Cuak.aros ; en el siglo
XVHI, los .Metodistas
y
los Suedemborgueses.
Aunque no como herejes, deben considerarse
como enemigos de la Iglesia las sectas de los
filósofos incrédulos, que nacieron en el siglo
pasado,
y
los Sansimonianos
y
Sociedades Secre–
tas que aparecieron en el presente siglo.
Socinianos -
Lelio
y
Fausto Socino, de
una ilustre familia de Sena, fueron los fundado–
res de esta secta (1549). Negaban Ja divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo, la Trinidad, el pe–
cado original
y
la gracia. No habiendo podido
establecer su secta tn Italia, recorrieron los So–
cinos la Alemania, poniendose en relacion con
los refo.rmauores principalmente con Melancton,
y por'
fin se establecieron en Polonia en dond e
hicieron un gran número de prosélitos. Perse–
guidos
a
mediados del siglo XVII tuvieron que
· refugiarse en Austria, Holanda
é
Inglaterra. En
el dia existen en Estados-Unidos en gran nú–
mero
y
son conocidos con los nombres de
Anti –
tr·initarios
y
Unitarios.
Hernianos Moraw:os -
Esta secta que
se formó en el siglo XV de los restos de los