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Carlas
á
un prov incial
atacó
á
los Jesuitas
y
destruyó el prestigio de que gozaban. Parecia
terminada la contienda cuando Quesnel, padre
del Oralorio,escribió
á
principios del siglo XVIII
una obra titulada
Reflexiones morales sobre el
Nuevo Testamento,
en que estaban rep1·oducidos
los principios de Jansenio,
y
la disputa volvió
á
reanimarse. El Papa Clemente XI condenó la
obra en su bula
Unigenitus
{1713)
que encon.:
tró en Francia gran oposicion
y
<lió
lugar
á
nuevo rigor
y
persecuciones contra los Janse–
nistas que entónces
se
llamaron
Apelantes
porque apelaron de la decision del Papa al fu-·
turo Concilio. Aunque la cuestion del Janse–
nismo continuó por algun tiempo, en el día ha
perdido su importancia.
Quiestistas -·
Miguel Molinos, Sacerdote
español
y
domiciliado en Roma, en donde go–
zab:i de gran crédito como director de con–
ciencias,
fué
el autor de esta secta. A mediados
del siglo XVII publicó un libro titulado
Guia
Espiritual
en el que enseñaba una nueva doc–
trina mística : sostenía que el hombre adquiere
la perfeccion cuat)do el alma enamorada de
Dios llega por la oracion
á
tal estado de com–
templacion
y
reposo que no puede hac·er uso
de sus facultades ; entónces ni desea, ni teme
solo experimenta un completo abandono
á
la
voluntad de Dios. En este estado de quietud
(Quietis11w),
ó arrobamiento místico, el alma no
necesita de Sacramentos; los mayores crímenes
pueden conmover su sensibilidad sin manchar) a
y
permanece indiferente á todos los actos bue-