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Cleinente
Vº
Cautiviciad ele Babilo–
nia. Supresio:n de los Tem.pla1"'ios -
A Ja muerte de Benito XI el partido francés in–
trigó en el ,cónclave y fué elegido Beltran de Got
arzobispo de Burdeos, que tomó el nombre
de Clemente V (1;105). Este .Pontífice que de–
bía su elevacion
á
la influencia francesa, se con–
virtió en instrnmento de la ambicion de Felipe
el Hermoso : levantó la excomunion impuesta
por su antecesor á los que habían ultrajado
á
Bonifacio VIII ; trasladó la Sede Apostólica
á
Avignon
(1309),
dando principio á lo que se
llamó la
Cautividad de Babilonia
que duró
70 años, época en que el ,pontificado léjos de
Roma estuvo bajo una triste dependencia de Jos
reyes de Francia; y aunque se negó á condenar
Ja memoria de Bonifacio, como Jo exigía Felipe,
para complacerlo suprimió la órden de los -Tem–
plarios. Hacia tiempo que esta ór:_den militar,
por la influencia que ejercía
y
por sus grandes
riquezas, se había hecho objeto de constantes
acusaciones : se atribuía
á
los Templarios prác–
ticas impías, delitos secretos
y
se esparcía con–
tra -ellos 'rumores siniestros. No necesitó mas
Felipe el Hormoso, que ambicionaba apoderarse
de sus riquezas, para perseguirlos: Jos Templa–
rios fueron presos, sus bienes -secuestrados,
y
despues de un proceso escandaloso, en el que
por medio del tormento se les arrancó confe–
siones, de que muchos se · retractaron, fueron
quemados cincuenta caballeros con su gran
maestre, Santiagó de Molay,
y
la órden supri-
-
mi~a.
Se dice que al subir Molay
a
la hoguera