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fueron los objetos que se prnpuso el Concilio:
1.
0
la estirpacion de las herejías;
'2.
0
la reforma
de la disciplina
y
co stumbres eclesi ás ticas; 3.
0
la paz entre los pueblos cristianos. Para conse–
guir tan importantes fines dió los cánones ó
leyes que forman el actual derecho eclesiástico;
condenó los errores de los protestantes; reco–
noci ó la Bulgata como la única traduccion de
la Biblia ; dió á la tradicíon divina
la misma
a11toridad que
á
la Escritura; declaró que la
gerarquía sacerdotal era de institucion divina ;
enseñó la verdadera doctrina del pecado origi–
nal, de la justificacion y de la gracia; fij ó el nú–
mero de los Sacrementos ; expuso la doctrina
de la misa, del Purgatorio, de las indulgencias
y
del culto de los Santos; finalmente dió mu–
ch~s
leyes con el objeto de introducir una sana
y
pl'Uuente reforma en las costumbres
y
di sci–
plina de la Iglesia. Las disposiciones del Con–
cilio de Trento no fueron igualmente admitidas
en todos los paises católicos: solo la Toscana,
Venecia, Portugal
y
P'olonia las admitieron en
su tot11lidad; en Es pafia Felipe II las admitió
salvo )fas regalías de la corona; en Francia solo
fué
admitido el Concilio en lo relativo al dogma,
lo mismo sucedió en Alemania
y
Hungría.
Concilios pa1:•ticulares -
Ademas de
los diez Concilios generales la Iglesia celebró en
estn época muchos particulares, entre _los que
son muy notables : el de Clermon en que se
resolvió
la primera cruzada ; el de Piza que
trató de poner fin al gran cisma de Occidente
y
los de Milau convocados
y
presididos por el