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SENOR NUESTRO.

yo os digo: amad tambien á vuestros enemigos, haced

bien

á

los que os aborrecen, orad por los que os persi–

guen y por los que os calumnian; no basta el no que–

rerles mal, es necesario, ademas de esto, hacerles bien,

y

preveni les con vuestros buenos servicios

y

obsequios;

porque si amais

á

los que os aman,

i

que recompensa me–

receis

en esto? Los publicanos hacen otro tanto;

y

si no

saludais sino

á

vuestros hermanos,

i

qué haceis en esto

de extraordinario?

i

No lo hacen así hasta los mismos pa–

ganos? Imitad en esto la conducta de vue tro Padre ce–

lestial,

y

procurad, en cuanto vuest ra flaqueza os lo per–

mitiere, llegar

á

lo que hay de mas perfecto

y

mas ele–

vado en la virtud.

Decir solamente de boca que se perdona la injuria

que hemos recibido,

y

el mal que se nos. ha hecho, es

un puro cumplimiento que puede engañará ·los hombres,

pero no á Dios, el cual quiere que se ·perdone de cora–

zon ;

y

acordáos que el perdon de las injurias que se con–

cediere al próximo, es , por decirlo a

í,

la regla

y

la

medida del que se debe esperar de Dios. En lo <lemas,.

la candad con que debeis amar

á

todo el mundo debe

desterrar de vosotros todo juicio temerario

y

toda sos–

pecha : á solo Dios toca el juzgar;

y

es abrogarse sus de–

rechos el hacerse juez de los pensamientos de los ótros;

ningun hombre debejuzgar de la intencion del ótro. Nun–

ca hagais nada por respeto humano,

y

mucho ménos por

vanagloria: lo que entónces se trabaja, no solo no es me–

ritorio delante de Dios, sino que es digno de un severo

castigo;

y

así cuando deis limosna, procurad que vues–

tra mano izquierda no sepa lo que hace vuestra mano

derecha: Dios no estima ni recompensa sino lo que se ha–

ce por su amor.

Huid toda ostentacion en vuestras buenas obras, se

obra mal desde el punto que se hace alarde del bien: no

hagais nada con el fin de ser vistos

y

estimados de

lo~

hombres: la hipocresía es una impiedad duplicada; sed

amigos de orar, pero orad con humildad, con confianza,

con fervor

y

con respeto. Habiéndole dicho los apósto–

les que los enseñase ·á orar, como Juan había enseñado

á

sus

discípulos, les

dixo :

Cuando tengaJs

qµ~

orar

,.de

beis orar

de este modo.

.

'.

,

,,,

Torn. VI.

E 3