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.
VIDA
y
así escribió
á
los canónigos de Leon aquella famosa car..
. ta tan decantada, aunque tan mal
entendida~
de los pocos
afectos
á
este misterio: en élla el santo Abad, lejos de con–
denar el modo de pensar de los canónigos sobre la: inmacu–
lada concepcion de la santísima Vírgen, el que ciertamen–
te era el mismo que el suyo: despues de haber alabado su
zelo y su piedad, se toma la libertad de representarles, que
á
lo menos antes de hacer ninguna novedad sobre este pun–
to, debían haber consultado
á
la santa Sede, sin cuyq per–
miso no se debe introducir en la Iglesia novedad alguna:
me
admiro~
les dice, que hayais introducido una nueva
'fiesta que la Iglesia no celebra:
Novam celebritatem quam
ritus Ecclesice nescit.
Confieso que se debe honrar
y
venerar
á
la santísima Vírgen todo lo posible; y que cuanto ha–
gamos, todo será menos de lo que merece; pero el apro–
bar y regular nuestro culto, es propio y privativo de lá
Iglesia. Por lo que á mí toca, hago profesion de rioseguir si–
no lo que la Iglesia me ertseña, ni tampoco enseño sino lo que
he aprendido de élla:
Ego vero quod ab illa accepi, securus
teneo et trado.
La Iglesia me enseña á celebrar el triunfo
de su gloriosa asuncion
á
los cielos, y el dia feliz de su san–
to nacimiento sobre la tierra. No se puededudarque la
Ma–
dre del Señor fue santificada antes de nacer:
Fuit procu(–
dubio
ante sancta
,
quam-nata;
porque no se puede creer
que Dios negase á la santísima Vírgen los privilegios que
concedió
á
otras puras criaturas; pero sin emqargo, las fies–
tas que debemos celebrar,
á
sola la Iglesia toca determi-
narlas.
·
Para autorizar san Ber'nardo su delicadeza sobre esta no-
vedad, dice que hasta que haya hablado la Iglesia, nada
~se
puede decir sobre este artículo. Siendo esto así, añade el
·Santo, iqué razon teneis para celebrar la fiesta de la inmá–
culada
Concepcion~ Cu~"
hcec ista se habéant, qutenam jam
erit
festivtf!
ratio Conceptionis
~
Si creeis, continúa, que
María fue verdaderamente exenta del pecado original,
y
por consiguiente que su concepcion fue santa, no debíais
seguir solamente vuestro propio juicio, sino que .debíais an–
tes consultará la santa Sede. Acaba el santo Dnctor su car–
ta, protextando que sujeta todo cuanto ha dicho sobre es–
-te punto
á
la autoridad de la santa Sede, estando pronto
y
.dispuesto
á
corregí& todo lo que no fuese conforme
á
su jui-