![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0345.jpg)
DESPUES DE PENTECOSTES.
337
tortoribut quoaduFque reddere
hará tambien
mi
Padre
celestial
univer.rum debitum. Sic et Pa-
con vosotros, si
cada.
uno no
per–
ter meu.r cwle.rti.r faciet vobis,
donáre de corazon
á.
sii hermano•
.ti non remi.reriti.r unu1quisque
fratri suo de cordibus ve.rtris.
'
MEDITACION.
Del perdon de
las injurias.
P U N T O P R 1M E R O.
Considera que si hemos perdonado las injurias que nos
han hecho, tenemos ba.stante motivo para esperar con
confianza de la misericordia de Dios que nos ha de per–
donar nuestros pecados. La parábola del
1
evangelio d.e es–
te dia es una leccion , una promesa
y
una amenaza .. No
ha
y
hombre que no sea responsable
á
la justicia de Dios;
ninguno que no esté cargado de deudas. Un solo pecado
venial merece penas indecibles ,
y
el menor pecado mor–
tal nada menos merece que un infierno eterno.
Non in–
tres in judicium cwn servo tuo,
decia David , atónito al
solo pensamiento de esta verdad :
Quia non justificabitur
in
conspectu tuo ornnis vivens
:
Dios mio , no entres en
juicio con vuestro siervo, porque no ha
y
sobre la tierra
un solo hombre que pueda lisonjearse parecer inocente
á
vuestros ojos; no obstante, es menesrer dar cuenta tarde
ó
temprano. Dios no dispensa de éllo
á
nadie jamás. Nues–
tras deudas son excesivas , y se puede decir con verdad,
que todas las maceraciones con que durante esta vida po–
demos mortificar nuestro cuerpo, no bastan para satisfacer
á
la justicia de Dios por los pecados que parecen yson me–
nos criminales. Todos los suplicios que padecerá un conde–
nado
f'or
toda la eternidad, no son capaces de expiar una
sola culpa mortal. iOu(hombre, Señor, ,tiene bastante cau–
dal para pagar lo que os .debe?
i
y
que medios para
pa–
gar unas deudas que exceden
á
todo nuestro caudal?
Es
verdad que tenemos en
la
sangre de Jesucristo un fondo
de tesoroc; inagotables; pero
t!S
preciso que estos méritos
se nos apliquen, y que se nos permita sacar de este fondo
infinito lo
que necesitamos.
El
Salvador
nos insinuó este
Tom.
V.
Y
/