Table of Contents Table of Contents
Previous Page  26 / 414 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 26 / 414 Next Page
Page Background

DOMINGO TERCERO

casa , no· hay rincon ni escondrijo que no registre : há–

llala por fin; ¡qué demostraciones de gozo , qué ex pre-,

siones de alegria! Se di ria que ha recuperado toda su ha–

cienda despues de haberla perdido: á este modo, añade

el Señor, se alegran en el cielo los ángeles cuando se con–

vierte un pecador, cuando despues de ·haberse descarria–

do, despues de haberse perdido por el pecado se rinde en

fin

á

la gracia. ¡Y des pues de esto se quieren otros moti–

vos para convertirnd l

PUNTO SEGUNDO.

Considera cuán inexcusable es

á

un pecador si despues

de unas. tan fuertes instancias, si despues de una bondad

taa notoria de parte de Dios todavía no se convierte,

sino que dilata su conversion.

i

Qué excusa puede alegar,

qué puede pretextar para justificar una conducta tan

irracional~

Por poca religion que le haya quedado,

i

pue–

de ignorar el peligro en que está de ser eternamente in–

feliz. si persevera en el peéado

~

Si no le ignora ,

i

qué es

lo que

puede

detenerle, si todavía conserva algun vislum–

bre de

raz.on

,

ó

alguna tintura de religion

~

i

Qué es lo

que puede detenerle en el precipicio, cuando se alarga la

man.o paq sacarle de

él~

i

qué es lo que puede hacerle

perseverar en estado de pecado , al mismo tiempo que

Dios. le Qfrece su

amistad~

i

qué es. lo que puede detener

al pecador para que no se

convierta~

i

Es acaso. la seve–

ridad de un Dios justamente irritado por sus desórdenes,

por sus desbarros? Pero en fin i.puede no preveer el go–

zo que causará á todo el cielo su canversion despues de

la parábola de nuestro

evangelio~

i

Podia el Salvador de–

cir cosa mas. á propósito para calmar nueo;tros terrores\

para alentar nuestra timidez, para di minuir nuestra con–

fusion,. para rnspirarnos una dulce confianza en su mise–

ricordia que. esta

parábola~

Todo el cielo se alegrará mas.

por nuestra conversion ,. que por la perseverancia de los

justos: el mismo Dios,. por decirloasi, hace fie ta cuando.

nos. convertimos.

á

su Mage-stad. Si

es

terr ible para el pe–

cador

que muere en p

ecado, no es. meno dulce, co.mpa–

srvo,

misericordio.so

~

afable, indulgente con el pecador

que detesta sus pecados en vida.. La muerte en pecado in-