![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0026.jpg)
DOMINGO TERCERO
casa , no· hay rincon ni escondrijo que no registre : há–
llala por fin; ¡qué demostraciones de gozo , qué ex pre-,
siones de alegria! Se di ria que ha recuperado toda su ha–
cienda despues de haberla perdido: á este modo, añade
el Señor, se alegran en el cielo los ángeles cuando se con–
vierte un pecador, cuando despues de ·haberse descarria–
do, despues de haberse perdido por el pecado se rinde en
fin
á
la gracia. ¡Y des pues de esto se quieren otros moti–
vos para convertirnd l
PUNTO SEGUNDO.
Considera cuán inexcusable es
á
un pecador si despues
de unas. tan fuertes instancias, si despues de una bondad
taa notoria de parte de Dios todavía no se convierte,
sino que dilata su conversion.
i
Qué excusa puede alegar,
qué puede pretextar para justificar una conducta tan
irracional~
Por poca religion que le haya quedado,
i
pue–
de ignorar el peligro en que está de ser eternamente in–
feliz. si persevera en el peéado
~
Si no le ignora ,
i
qué es
lo que
puededetenerle, si todavía conserva algun vislum–
bre de
raz.on,
ó
alguna tintura de religion
~
i
Qué es lo
que puede detenerle en el precipicio, cuando se alarga la
man.o paq sacarle de
él~
i
qué es lo que puede hacerle
perseverar en estado de pecado , al mismo tiempo que
Dios. le Qfrece su
amistad~
i
qué es. lo que puede detener
al pecador para que no se
convierta~
i
Es acaso. la seve–
ridad de un Dios justamente irritado por sus desórdenes,
por sus desbarros? Pero en fin i.puede no preveer el go–
zo que causará á todo el cielo su canversion despues de
la parábola de nuestro
evangelio~
i
Podia el Salvador de–
cir cosa mas. á propósito para calmar nueo;tros terrores\
para alentar nuestra timidez, para di minuir nuestra con–
fusion,. para rnspirarnos una dulce confianza en su mise–
ricordia que. esta
parábola~
Todo el cielo se alegrará mas.
por nuestra conversion ,. que por la perseverancia de los
justos: el mismo Dios,. por decirloasi, hace fie ta cuando.
nos. convertimos.
á
su Mage-stad. Si
es
terr ible para el pe–
cador
que muere en pecado, no es. meno dulce, co.mpa–
srvo,
misericordio.so~
afable, indulgente con el pecador
que detesta sus pecados en vida.. La muerte en pecado in-