![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0184.jpg)
DOMINGO
DOCE
El evangelio de la misa de este dia se tomó del ca–
pítulo décimo de san Lucas, en que el Salvador da tan
importantes lecciones
á
todo el pueblo, y ea particular
á
sus discípulos. Dichosos los ojos que ven lo que
vos~
ot.ros veis ,
l~s
decia : creedme; muchos profetas
y
reyes
desearon ardientemente verme como vosotros me veis,
conversar conmigo,
y
oirme como vosotros lo haceis,
y
no les fue concedido este favor. ¡Qué de<;gracia la de aque–
llos que no se han de aprovechar de la ventaja que tie–
nen en poseerme! Estando en esto , se levantó un doctor
de la ley, lleno de estimdcion de su suficiencia ;
y
cre–
yendo que iba á poner á Jesucristo una dificultad indi–
soluble, le dixo: Maestro;
z
qué se debe hacer para poseer
la
vida eterna? La pregunta era capciosa; pues decía den–
tro de sí mismo: si dice que es menester observar Ja ley
y
las ceremonias legales, e<; inúul venir á anunciarnos el
reyno de Dios como una cosa nueva. Si responde que no
se debe observar la ley, será convencido de prevarica–
dor, y mirado como un falso profeta. Pero el Salvador,
á
quien nada se le escondía, confundió con su respuesta
la malicia de aquel pretendido doctor, haciéndole ver que
no le faltaba el conocimiento para saber lo que debía
hacer , sino la voluntad para hacer lo que debia.
i
Ig–
noras lo que está escrito en la ley? le respondió el Sal–
vador?
i
Qué es lo que lees en élla?
Q1J,ornodo legis?
Ama–
rás al Seflor tu Dios, respondió el leuado, de todo
tu
co–
razon, de toda
tu
alma, con todas tus fuerzas, y con to–
do
tu
espíritu;
y
á tu próx:imo como á ti mis :no. Be–
llamente has re pond ido , le dixo el Salvador :
Recte res–
pondisti.
Haz esto que a.cabas de
decir~
Y. vivirás:
Hoc
fac, et
vives.
~uarda. bte ~1
estos dos pri?c.1l?.1les man¿.a–
mientos: ama a tu Dios sin reserva
01
d1 v1s10n
~
a na
3
tu
próximo como te amas á
ti
mismo, y conseguirás aquella
vida bienaventurada que no tendrá fin.
Lleno el letrado de la buena opi tlion que se tenia de
él, y temiendo .no se sospechase el m ilicioso mvtivo que
babia tenido en preguntar al Señor una cosa que no
ig·
noraba
co •no parece por su respuesta, quiso desyane–
cer cualquiera sospecha que se pudiera haber tenido de
su mala ·re, haciendo ver que aunque ignoraba lo que
estaba escrito en la ley; pero que tenia una dificultad que