![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0189.jpg)
DE_
CUARESM.f\.
;r79
y
fuertes;
i
c6mo, pues,
fuíste~s
tan indóciles
á
unas ins–
trucciones tan
concluyent~s
,
á
unas solicitaciones tan elo–
cuentes?
i
Qué excusa podeis dar de vuestra
laxitud~
i
vuestra pusilanimidad
y
delicatleila pueden justificaros
á
vista de tan buenos · exemplos?
iN0
habeis podido," se
nos dirá un dia, lo que tantos -Otros
hicieron~
Criados en
la
misma escuela,
trasplant~dos
al mismo campo, culti–
vados por la misma mano, rega,dos con la misma fuente:
tantos otros mas ,jóvenes, mas delicados que tú , de un
temperamento mas débil, de un natural menos feliz, con
unas pasiones mas vivas, pudieron con la fiyuda de las
mismas gracias que te eran comunes con éilos, guardar
los mismos votos, las mismas reglas, las mismas obser–
vancias
á
que
tú
estabas
ig~almente
obligado,
y
que has
' ~ueqrantado
tantas veces, y que has creido ser un yugo
Üemasiado ?margo, una carga demasiado pesada, una su-
1ecion demasiado austera.
Et
tu
norJ poteris quod· isti
et
istce?
i
Qué confianza, mas-frívola, mas vana, que la de
contar mucho sobre la santidad de un estado, cuyas obli–
gaciones no se guardan? Desde que hemos visto
á
Saul
. desechado del Señor
d~spues
de una vocacion tan seña–
lada: des púes qae Salomon nos ha dexaJo en la espantosa
incertidumbre de su salvacion, despues de haber recibido
el don de una tan excelente sabiduría; despues que un
Ju~
das se perdió á la vista del Salvador,
y
en compañía de
los apóstoles;
i
quién puede contar sobre la bondad de su
vocación, sobre sus raros talentos, sobre la santidad de
su
estado , sobre la abundanda de los· socorros, sobre la
ventaja de vivir en la casa del Señor y llevar· su
librea~
T emplum D omini , templum Domini,
No nos fi emos en pre–
d icciones supersticiosas. no confiemos en falsas preocupa–
ciones , en una seguridad presuntuosa. E stemos ciertos
que no serémos santos en un estado santo sino en cuanto
viviéremos antamente.
La
que nos h ará agradables
á
los
ojos del Señor, no será la inocencia de nuestros herma –
no , sino la nuestra. Las satisfacciones pueden venir de
una causa externa, pero el mérito es personal.
'.
Mz