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JUEVES CUAR'f.O
sosegado
y
tranquilo, teme no caigas ,
ó hayas
caido
ya
en esta
c~guedad.
·
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1
JUEVES CUARTO
DE C
VARES
MA.
·La intencion de la Iglesia en todos estos dias es el que
nos ocupemos en la consideracion de una nueva vida, que
Jesucristo puede
y
quiere procurarnos con su muerte. A
este fin ha elegido para las ep'stolas
y
evangelios de la mi–
sa de estos dias asuntos los mas
á
propósito
p~ra
hacernos
ver, que él solo es el que vivifica
y
el que resucita.
El introito de la misa de este dia es del salmo
104,
el
cual es un cántico de acciones de gracias por todos los be–
neficios de que llenó el Señor
á
la nacion judáica,
y
de
los cuales hace aquí el Profeta un resumen. Fue compuesto
este salmo por David con motivo de la translacion del
arca de la casa de Obededom al tabernáculo
ú
oratorio que
se le habia preparado en Sion. Este salmo tiene por título
la palabra
alleluia,
que significa alabad al Señor.
Hatlelú
·significa en hebreo alabad,
y
ia
al Señor. La misa empie–
za por estas palabras:
L tetetur cor quér?rentiu1n Dominum:
Alégrese el corazon de los que buscan al Señor:
Quterife
Dominum, et conffrmamini, quterite fa ciem ej¡1s semper.
Bus–
cad al Señor,
y
tenéos firmes contra todos los accidebtes
de la vida; aplicáos constantemente á merecer que os
m1-
re con ojos propicios:
Confitemini Domino, et invoca te no–
men ejus: annuntiat e ínter gentes ope1·a ejus.
Cantad sin ce–
sar las alabanzas del Señor, invocad su nombre, dad
á
co–
nocer
á
todos los pueblos de la tierra la. grandeza
y
exc~lcncias de sus obras,
y
decidles que su misericordia res–
plandece en todas éllas.
La
epístol~
refiere el milagro que hizo el profeta Elí–
seo resucitando al hijo de una muger de Sunam, en cuya
casa acostumbraba hospedarse.
Pasando un dia Eliseo por la ciudad de Su nam, que no
dis taba mucho del monte Carmelo, fue convidado
á
comer
por una muger de las principales del pueblo, la que con el