Table of Contents Table of Contents
Previous Page  266 / 356 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 266 / 356 Next Page
Page Background

MARTES CUARTO

1

..

~

'"'

,L

..

<

.,

.¡ PRO P:O S1'1;0

S..:

. _

-t11

.,r

La

severid~d

con que Dios

~astig;ba 'i~

menor

1

iÍ're~~r~~ ~

cia , hecha en el templo, en la ley antigua , nos

d~be

ha–

cer inferir el rigor con qµe castiga la menor .inmoqestia en

pues tras iglesias. ·

i

Qué

pa~mo s~da

el de un iroqués ,

q\l!!

meqianamente instruido e.p· las

,verd~d~s

,de

pue~tlla_ r~li~

gion entrase por la primera vez en n.uestras iglesias , y

las viese llenas de geptes sin respeto, sin reverencia , sin

piedad?

i

qué pensaría u_n turco, si fuese testigo de nues·

u~s

irreverencias ?

Rewíst~te

desde l!oy 4e. sentimientos

ct'isti.aaos . so'br~

un ¡:f4nJ0

tan_i!JlpQrtante. Empieoa:

á

•po–

nei:

en

pr~etica

hoy mismo

10.

que·. acaba,s de prometer

al

Señor. Vé á la iglesia, aunque no sea ·sinq para dará Dios,

á

ti mismo y al público una prueba de cómo piensas so–

bre est\:! particular., Entra en la iglesia, está en élla, y sal

como

un

hombre

qu~

e.sfá: p

enetrado

de

la magest_ad: y

d~

la. santidad del

1~.gar

san.to.

~

.

,¡,

• •

, Ponte una ley inviolable: 1.De no hablarja1nás en élla.

2.

De no estar sino cbn una postura religiosa

y

cristiana.

3.

De no presentarte sino con toda la decencia que pide

la

graudeza del Dios que reside en élla. No entres jamás ·en

bata_, ni con esos .vestidos pomposos, que son el opr.Qbio

de

nuestro siglo, y la moda del mas des<;:arad0 libertin_a.:.

ge. 4. Np permitas jamás que tus hijos, por

-p~queños

que

sean , estén sin circunspe.ccion y sin respeto.

MARTES . CUARTOJ

DE CUARESMA.

Dav.id,

obligado por la :rebelion de su hijo Absalon

á

sa–

lir

de Jerusalen, abandonado de casi todos sus domésticos

y cortesanos

-y

de todo el mundo, representa

á

Dios el las–

timoso estado á que está reducido,

y

le pide le ayude contra

tan injustos enemigos :

Exaudi, Deus, orationem meam,

ex–

clama en su extremada afüccion;

et ne despexeris depre-