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DE ·CUARESMA.

237

t.em

i·mpleti .runt, dixit discipu-

cuanto quisieron. Y luego que se sa–

tis

suis: Colligite qwe .rttpera-

ciaron, dixo

á

sus discipulos: Re–

verunt fragmenta, ne pereant.

coged los pedazos que han

sobra.do

Collegerun:t e.rgo

,

et impleve-

para que no se pierdan. Recogiérou ·

rum

duodecim cophinos frag-

los, pues, y llenaron doce canas–

mem Jrum, ex quinque pani-

1os de pedazos de

lo~

cinco pª' nes de

'\

.i

bus

hordeaceis, quce roperfue-

cebada, que sobraron

á

los que.-ha-

rnnt his,

fJ.Ui

manducaverunt.

·bian comido. Viendo, pues,

a'que~

We ergo homine1, cum vidi!-

llos hombres el milagro q4e Jesus

1ent quod Jesu1 fecerat signum,

babia hecho , decían: Este sí que es

dicebann Quia hi'c est v ere

verdaderamente el profeta que ha

propheta, qui venturus ett

in

de venir al mundo. Jesus; pues, co–

mt1:,ndum. Jesus ergo

c.um

cqg-

nociend·o

qu~

habian de venir para

novisset quia verituri essent ut

cogerle,

y

hacerle ,rey, huyó segun–

r.aperent eum, eit

f

acerent eum

da vez al monte él solo.

r:egem, fugit

iu.r.um

in

mon-

tem

'ipse

.rolur.

",

f -

- '

,, MEDIT ACION.

.

-

De los medios que tenemos todos para obrar

l

nuéstra sa/ruacion.

·

¡ ..,

..

PUNTO PRIMERO.

Co~sidera qu~

uno de 1os mas crueles

~upli~ios,

que

uno de los tormentos mas terribles de los condenados, es

la memoria viva

y

eterna, es la representacion clara

y

drct:rnsranciada de los medios

segur.os

y

fáciles que

tu–

vieron de obrar su salvacion. Yo pude hacerme santo, Dios

lo quería,

y

no lo soy porque no quise. Comprende toda

la fuerza de este convencimiento; pero concibe toda la

amargura que encierra.

No ha

y

criatura, que tornada en sí misma, no nos

provea de algun medio para conocer

y

amar á Dios;

y

si

alguna nos sirve de embarazo, es por el abuso que

b;;¡,..,

cernos de élla. Los bienes

y

los males cle esta vida, los mis–

mos castigGs de que Dios se sirve para castigar nuescras

infidelidades, todo puede servir para_nuestra salvacion.

. Las riquezas son corno la moneda con que se puede

comprar el cielo por medio de las limosnas: la pobreza es