209 / 356
DE CUARESMA.
1
99
vestro.r, et videte regiones , quia
_
albee .runt
jam
ad meuem. Et
qui metit, mercedem accipit, et
congregat Jructum in vitam te–
ternam
:
ut et qui seminat, si–
mul gaudeat, et qui metit. In
hoc enim e;t verbum verum: quía
aliur est qui ·.reminat, et alius
est qui metit. Ego mili vor me–
tere quoá vos non labora;tfr: alii
lahoraverunt, et vor
in
laborer
eorum introisti.r. E:x oivitate au–
tem itla mu/ti crediderunt
in
eum samaritanorum, propter ver–
bum mulieris testimonium perhi–
benris: quia dixit mihi omnía
qutecumque feci.
Cum
veniuent
ergo ad illum samaritaní, roga–
verunt eum ut ibi maneret. Et
mavrit Íbi duor dies. Et mult.o
plurer crediderunt in eum prop–
t er rermonem eju;. Et mulieri
dicebant: Quia jam non propter
tuam loquellam credimu;: ipsi
enim audivimus, et ,scimu;: quia
ldc ert vere Salvator mundi.
tad la ·vista, y ved que los cam–
pos blanquean ya para la siega. Y
el que siega, recibe su salario,
y
recoge el fruto para la vida eter–
na:
de
modo, que el que siembra,
y
el que siega, ambos se alegren.
Porque en esto se verifica .el pro–
verbio: Que úno es el que siem–
bra;
y
ótro el que siega. Yo os
envié
á
segar lo que vosotros no .
labrásteis; ótros lo labraron,
y
vosotros .disfrutais sus trabajos.
Muchos, pues, de aquella ciudad,
que eran samaritanos, ,creyeron
en él pc;yr las palabras de la
rnu–
ger, que testificaba haberla dicho
todo cuanto habia hecho. Hab ien–
do venido á él los samaritanos ,
le
suplicaron que se quedase
-allí.
Y
.se quedó allí .dos ,días.
Y
.creye–
ron en
él
muchos mas, movidos
de sus palabras. Y .decian
á
la
mu·
ger: Ya no creemos por tu pa1a–
_bra, sino porque nosotros mismos
bemos o
ido,
y
conocemos que
és–
te
es
verdaderamente el Salvador
del mundo.
MEDITA CION.
Sobre la gracia.
P U N T O P R
l
M E R O.
Considera que Ja gracia es esta agua viva que salta has–
ta Ja vida elerna,
y
la cual sola pu ede apagar nue tra
sed en esta vida. ¡Dichoso el que c () noce el valor
y
el
precio de esta agua!
¡
dicho ~ o
el que s:ibc hacer b en
uso de élla
!
La gracia es el don de Dios por excelencia:
es un don que sobrepuja infinitamente á toJus los dones
N4