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232

JUEVES

,-

hace todos los héroes cristianos,

y

es como el alma de

lqs ·escogidos. A la fe quiso Jesucristo que se atribuyeran

todos sus milagros: la fe no es solo una dispo icion nece–

saria para recibir la gracia, el Salvador la hace como la

causa

y

el determinativo de sus beneficios:

Fides tua

te

salvum f ecit.

Pero es necesario que sea una. fe viva; esto

es, una fe divina, que no tenga otro principio ni otro ob–

jeto que á Dios: una fe animada de la caridad, una fe fe_.

cunda en buenas obras, una fe constante, generosa, uni–

versal, que no sepa lo que es dudar, ni deliberar, ni te–

mer: una fe, en fin, como la de un san Pedro, del Cen–

turion, de la Cananea,; una fe, que elevándose sobre los

sentidos

y

sobre la razon misma, nada encuentre dificil,

nada imposible para Dios.

iEs

nuestra fe de este carácter?

itiene todas estas calidades? l,tenemos uru fe

viva~

Consul–

temos sus efectos.

i

Tenemos una fe generosa á prueba de

todas las tentaciones, de todos los halagos de los sentidos,

~

e

todos los esfuerzos de las pasiones, de todas las apre·

t

·ntes solicitaciones del amor propio? Consultemos nues–

t a conducta

y

nuestra fioxedad.

PUNTO SEGUNDO.

Considerémos como el origen de

nu~stra

poca devocion,

de nuestro poco fervor, de nuestro poco celo, de nuestra

fiox ;

~el,

de nuestras infidelidades, de nuestros desórde–

nes, e

~~ras

recaídas, no es otro que nuestra poca fe.

No creemos mas que á medias, titubeamos, tememos, esta:.

mos faltos de éonfianza en Dios: casi llegamos

á

desconfiar

de su bondad, de su misericordia, de su ternura paternal;

iY

nos admirarémos de que

á

la menor agitacion de las olas,

al menor viento,

á

la menor tempestad perdamos el áni–

mo,

y

nos sumerjamos?

Modjcte fidei, quare

dubitasti~

i

De d6nde nace que creemos tan poco?

i

de d6nde nace

que estando persuadidos, que confesando que somos tan

imperfectos, tan indevotos, tan· tibios en el servicio de

Dios, porque solo tenemos una fe enferma,

ó

una

so~dra de fe; de donde nace que nuestra fe no es mas

VI·

va, mas generosa, mas perfecta? Nace de que no quere–

tnos malquistarnos con nuestros sentidos, reñir con nues–

tras pasiones, contristar nuestro amor propio: no quere...