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DOMINGO SEXTO
.L
•
decir, por
la
aplicacion que se nos hace de !os
mérítós
de
la muerte de Jesucristo en este sacramento, se destruye
el cuer po·
d~l
pecado; aunque esto debe entenderse espe-'
óialmente del pecado original , que
es
como el tronco
y
la raiz de todos los otros,
y
al que el santo apóstol llama
el cuerpo del pecado. Así como la muerte natural nos exi·
me
y
descarga de· toda ser vidumbre
y
de toda obliga–
cion civil r, pues un muerto
ya
no
es
esclavo; del mismo
modo , dice San .Pablo , la muerte espiritual nos debe
eximir
y
libertar de toda
sujec10n
y
servidumbre por lo
que
mira
al
pecado. Vosotros habeis
muerto
al pecado por
el bautismo ,
y
así no debeis ser
ya
esclavos del pecado.
¡
San Pablo continuando la misma comparaC(_=-0n de nues·
tra
muerte
espi ritual al pecado con la
muerte
y
la _e–
pultura de Jesucristo,
y
la de nuestra resurreccion espi-
1
r frual
a
la vida de la gracia, con la resurreccion glorima
del Salvador del' mundo, exhorta patéticamente
a
todo~
lo~
fieles
a
no perder jamas esta nueva vida.
Sciéntes
quod
Christus resúrgens ex mdrtuis j am non máritur, mors illi
)
últra non dorninábitur
:
No ignorais que Jesucristo resuci-
Í
tado no muere
ya,
y que la muerte
ya
no
tendrá
po–
der sobre él. V
eís
aquí quál debe ser el modelo de vues–
tra resurrecdon,
y
de vuestra perseverancia en la vida
de la gracia; y así como Jesucristo por su resurreccion
1
ya no vive sino con una vida 'divina, gloriosa, inmortal:
Vivit Deo;
del mismo modo los que han resucitado por
el bautismo
el
la
vida de la gtacia, nunca mas 'deben per-
.derla: no deben vivir
ya-
sino para Dios, sino para amar
y
servir
a
Dios: su vida espiritual
deb~
ser una vida pu–
ra, una vida cristiana:
mórtui enim estjs,
como escribia
~
los
colo~enses,
&
vita vestra
est abscóndita cum Christo
in Deo:
Porque habeis
muerto,
y
vuestra vida está escondi·
da en Dios con Jesucristo Como si dixera: vuestra vida es–
tá
escondida en Dios; esto es, el mundo ve en vosotros una
vida ord inaria
y
comun; no es ésta de la que hablo: hablo
de una vida toda espiritual
y
divina, escondida
a
Jos ojos
de los hombres,
y
únicamente conocida de Dios: esta vi–
da es la vida de la
fe,
la vida de la caridad
<JUe
anima
to·
das vuestras obras,
y
las hace 3gtadables
a
-Dios. Final–
mente, Jesucristo
ya
no vive sir.o con una vida glorio–
sa:
Ita,
&
vos
testimdte
vos.
mdrtuof quidem esse peccáto,
vi-