DE QUARE:'MA.
lium
tuum
?
Qu~
respóndit:
recte. Cumque venisset ad vi-
.
rum Dei in montem, apprehén–
dit
p eder ejus
8
accéssit Gie–
'Ú
ut amovéret eam. Et air bo.:.
mo Dei: dimitte illam
:
ánima
enim ejur in amaritúdine est,
é3
Dóminus celavit d me
,
8
nori indicdvit mihi. Quce dixit
itli:
numquid petivi filium d
Dó–
minq meo
1
Numquid non dixit
tibi: ne illúda.r me
1
Et itle
ait ad Giezi: acclnge lumbos
tuos,
S
to/te báculum meum in
manu tua,
S
vade.
s_¡
occúr–
rerit tibi horno
,
non salútes
eum
;
e
si salutáverit te quis–
piam
,
non respóndeas illi
:
8
pones báculum meum super f á–
~iem
púeri. Porro mater' púeri
ait
:
vivit Dóminu.r
,
S
vivit
ánima tua, non dimfttam te.
Surr!xit ergo'
e
SIJCttlUf
est
eam. Giezi autem prcecésserat
ante eos
,
é6
posúerat bllculum
super
J
áciem púeri,
8
non erat·
vox, neque sensus: revérsus–
que est
fo
occúrsum ejus,
S
nuntidvit ei, di cens: non surré–
~it
puer. lngréssus est ergo
Eliséus domum
,
8
ecce puer
mórtuus jacebat in léctulo ejus:
ingréssusque cláusit óstium su–
per
fe
'
é6
super púerum
'
e
ordvit ad Dóminum. Et ascén–
tlit,
&
incúbuit super púerJtm,
posult1rse
9S"
ruum super os ejus,
e
óculos suos super óculos ejur,
manus suas super manus ejus:
&
incurvllvit se st1per eum,
8
calefácta est caro púeri. At
ilte revérsus
,
deambuldvit in
domo' .reme/ huc atque illuc'
e
e
ascéndit
'
8
incúbuit super
tUm
1
8
IS'Citavit puer séptier,
ap-
pondió, buenos. Y habiendo lle· _
gado al hombre de Dios sobre
el monte , se echó á sus pies,
y
se
llegó
Giezi para apartarla.
Y
di xo el hombre. de Dios: dé–
xal a , porque su alma está e-n
amargura ,
y
el Señor me lo ocul–
tó ,
y
no me lo ha revelado.
Y
ella
le d ixo: ¿por ventura, pedí
yo
á
mi Señor un hijo
1
iNo te
dixe
á
ti , no me burles
~
Y
él
dixo
á
Giezi: ciñe tus ·1ados,
y
toma mi bilculo en tu mano ,
y
ve. Si
~ncont
rares algun hombre,
no le saludes: y si alguno te sa–
ludare, no le respondas:
y
pon–
drás mi báculo sobre el rostro
del muchacho ; pero la madre
del muchacho , le dixo: vive el
Señor ,
y
vive tu alma, que no
te dexaré. Levantóse, pues,
y
si–
guióla.
Pero
Giezi se babia ido
delante de ellos,
y
había pues–
to el báculo sobre el rostro del
muchacho ,
el
qual no tenia ni
voz ni sentido.
Y
volviéndose
á
encontrar
á
Eliseo , le dió la no–
ticia, diciendo: el muchacho no
ha resucit ado . Entró, pues, Eli–
seo en la casa , y el muc;:bacho
yacía muerto
en
su camilla :
y
hab iendo entrado, se-encerró con
el muchacho ,
y
oró al Señor.
Y
subió
á
la cama,
y
se echó so–
bre el muchacho , poniendo su
boca sobre la boca de él,
y
sus
ojos sobre sus ojos,
y
sus ma–
nos sobre sus manos: y se en–
corbó sobre él , y la carne del
muchacho se calentó.
Y
habien–
do baxado, se paseó por la ca–
sa , una
vez por aqm ,
y
otra
por allí,
y
volvió
á
subir,
y
se
echó sobre el muchacho,
y
éste
bostezó siete veces,
y
abrió Jos
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ojos.