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T~RCER
VIÉRNES
recer , tan ligeras! Siervos de Dios ., ministros del Señor,
almas prevenidas con sus bendiciones, personas religio–
sas , ahora 'no haceis caso de ·ciertas pequeñas observan–
cias , de ciertas reglas l.igeras : mirais como menudencias
cier tos
puntos de la ley; cuya omision no puede ser
pe–
cado grave: tratais de escrúpulo la puntualidad
e~
ob0-
'decer
á
Dios
en
las menores cosas:
un
dia sabréis de quán
.fun esta conseqüenda habrá sido vuestra poca· fidelidad.
Y
quiera Dios que la exclusion de la
t~erra
de promision,
respecto
d~l
legislador
y
dél
conductor del pueblo de
Is–
r.ael,
n0
sea una figura de la reprobacion de tantas al–
mas prevenidas de tantas gracias casi desde la cuna, col–
'madas en adelante de tantos dones, privilegiadas por los
empleos,
y
escogidas para convertirá otros. Moyses hie–
re
la
piedra,
y
sale de ella
una
fuente. Por imperfecros
que seamos, no dexa de 'servirse Dios
de
nuestro minis–
terio para hacer maravillas. Un. di rector
laxo,
poco
re–
gular,
y
qtie
no practica lo ·que ordena
á
los que diri–
g~,
no dexa de conducir
á
la perfeccion
á
aquellos
que
D10s
ha
encomendado. á sus cuidados :
un
predicador ..,o–
'co devoto puede ablandar
lo~
corazones, hasta hace les
"
· lágrimas: hiere
y
saca agua de una piedra, a n-
<)
est~
_
qui~á
poco penerrad?. de las grandes
-
re
de
fam11Jas , uo maestrei'
-
...,s
que le están sujetos,
·~rso.
Así
saca Dios
~"
no
se
encuen–
~ra
conver–
"ne ha-
....
_