DE
QUARESMA.
hendió la corrupcion del corazon ,
y
en ninguna parte,
d UFant.:> el tiempo de su predicacion, se .cometió el aten–
tado de intentar quüatle la
vida ,
sino en Nazaret,
que
era c mo
su
patria. Jesucristo por ningunos es mas mal–
trataJo
que
por aquell0s
á
quien .~s
mas ha favorecido, si
una v
z
llegan
á
pervertirse.
Un
mal sacerdote, un re–
ligioso pervertido, un:i persona que ha sido devota,
y
se relaxa, dan siempre en los ú1timos excesos ; ya sea
por lo que mira
á
la licencia de las costumbres, ya sea
por lo tocante al error. Los vecinos de Nazaret querian ·
ver
al
Salvador obrar entre ellos los mismos milagros
que habia obrado en Cafarnaum.
i
Pero estos milagros
hechos en Cafarnaum les eran desconocidos,
ó
duda–
ban
de
ellos?
i
Pues que necesi Jad tenian de verlos
pa–
ra
creer en Jesucristo? Empezemos
á
aprovecharnos de
las gracias que se nos han dado, si queremos conseguit
otras mas fuertes. No nos servirá de disculpa en el jui–
cio de Dios el decir que otros tuviéron mas poderosos
socorros que nosotros para obrar bien. La poca estima–
cion , y hasta el menosprecio que hacen de J esucristo
sus
conciudadanos ,
debe
consolar
á
los
siervos
d~
Dios,
al
verse algunas veces menospreciados de aquellos con
quienes viven. Los extrangeros ordinariamente admiran
y
aplauden la virtud
y
el
mérito de una persona, que
por
lo
comun es poco estimada,
y
que raras veces dexa
de
ser despreciada
4e
'los suyos.
,
La oracion de la
mi.rae.r la
siguiente:
Córdibu.r no.rtri.r
,
quce.rumu.r
Os suplicamos, Señor, que der–
Dómine,
grátiam tuam
ben.íg-rameis benigno vuestra gracia en
nus
i~J.únde
:
u~, ¡/c1~t
.ªb
es~iJ nues~~os
c9raz:ones? para
que
a~í.
cqrnalzb,us
ab.rttnetnut
ita
sen-
comQ nos absteqemos de la com·1-
.ru.r quoque no.rtro.r
d
nóx_ii.r
re~
1
da de ca'rne, .así taro.bien apafte–
t
rahdmus
excéuibu.r. Per Dó-
mos n.uestros
1
•
sentidos de los ex..
minum, §c.
cesos que pueden dañará nuestra.
alma. .Por nuestro Señor,
&c.