NOVIEMBRE. DIA
xtx.
~97
de la tierra.
E'\te es el mas m3gnífico • el mas bello elo-·
gio que se
puede
hacer-de una
~uger
exc leatement
vir–
tuosa. Pero
e l di'a
~e
hoy
se
pod1
á
aplicar
a
muchas
este
magnífico elogio
1
Ensáizase en él la
modestia,
la com–
ppstura,
la
circun peccion ,
de una sefü.>ra christiana que
en
un trage mage tnosamente modesto
y
sencillo
coloca
todo
su
mérito en .
des
~mpeñ.Jrperfectamente hasta
las
rna~
menudas obliga ·ion
es de suestado,
y
en hacerse
is–
tinguida por su
humildad
y
por
su
exemplar edificacion.
Alábase su
aplicacion
· y
su desvelo en prevenir las me-.
nores
nt!cesi~ades
de
todos
aqudlos que
están
a
su
cui .
dado. Alábase su
amor
al retiro, su desvio de
concurren–
cias
mundaQas ,
y
su
aborrecimiento·
a
todo lo que seá
galas, fausto,
ostentacion
y
profanidad.
El
sa~to
temor
de
Dio~,
dice
el Espíritu
santo,
que
es el principio de la
sabiduría,
es
cambien
eo
ella
como la
b~sa,
como
el
ci–
miento de todas sus nobles prendas.
Tecne ~ él
Dios .
y
le
ama; siendo
una
de
sus primeras
atenciones
el
cuidado
de vivir
bi~n
con
el esposo
que
el cielo la
destinó,
y
de
mantener
la paz y el
órden en su.
arreglada
familia. Hu–
milde sin afecradon '
modesta
sin
artificio '· vestida segun
su
condi~ion,
segun su ' Clase; pero nunca c9n
profanidad,
in pira
'en
todos
respeto
y
veneracion
a
su virtud.
Háce–
se
admirar por el grave, pero apacible agrado
con que
trata
a
todo
el mundo nó ménos
que
por
sus
palabras,
las quales
respiran todas peso,
juicio , discrecion , hones–
tidad
y
prudencia.
.Ni
es la menor de
sus celebr.adas
pren–
das
la
exactitud
con
que paga el 'salario
a .
sus.
cria–
dos,
y
el amoroso desvelo con
que
los
socorre en sus ne–
cesidades. Pero
sobre todo,
su
caridad con
los meneste–
·rosos
la
gana
el
corazon
de
los pobres.
El
tiempo
que no
la ocupan
las
obligaciones de su estado, las devociones
y
el exercicio de otras obras de misericordia le emplea
·todo en, la
labor,
huyendo cuidadosamente
d~
la
oci~si~
_dad como el
escollo mas pelígroso de
Ja
inocencia
y
de
la
virtud.
El
retrato es
muy
viv.:O;
es
verd_aderamente
ori–
ginal; pero se
podrá llamar copia fiel de
muchas señoras
de
nuestros
tiempos~
No pinta el
Espíritu
santo
a
su
chris–
tiané;\ heroína con
los
naypes
en
la mano: coaténtase con
ponerla eo .elfa .un huso
y a
la
cintul1a
una rueca. Entra–
rían
hoy
estos instrumentos
en
e.l
retrato de
una
dama
él
la