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AÑO CHRISTIANO.
lo que hizo con
tan tierna , con tan fervorosa devocion,
que llenó de admiracion
a
todos los circunstantes. Las con–
versaciones
que tuvo
de
pues ,
todas
eran
de la
mayor
edificacion' todas vivas
y
eficaces, dirig·idas
a
ponderar
las ·ventajosas dulzuras
que
se experimentan en el
amor
de Dios.,
y
la despreciable vanidad de
]as
grandezas hu–
manas. Tres dias ántes de su
muerte
pidió.
que
a
nadie
se
dexase entrar
·en su qúarto sino precisamente
a
los que
podian ayudarla
a
bien
morir.
En fin, el dia 19
de no–
.vi~mbre
del año
1231
entregó dulcemente el espíritu en
manos de su criador
a
los 24 años da su edad, siendo los
quatro úldmos de su vida una cadena continuada de du-
rí
imas
tribulaciones~
·
· Quatro días
estuvo expuesto
el'
cadáve·r por
el inmen·
so
concurso de gentes que acudió de
todas
partes
a
ve–
nerarle con
ansiosa
devocion.
Enterróse
despues con
gran–
de sole
,mnid.adén
la
capilla inmediata al hospital de Mar–
pu'.fg q'ue
I~
misma
Sant~
babia edificado ,. manifestando
Dios
después
de
'SU
muerte la santidad de
.su
ñdelísirna
sierva ton mbltitúd
numerbsa
de
milagros.
Cuéntanse diez
y
seis muertos resucitados, sin una infinidad de enfermos
desauciados que cobráron la salud por su poderosa
inter–
eesion; tanto, que· el papa Gregorio lX
muy
informado
ya
de
l~
ht;róica santidad de la. princesa desde el primer
año
de
su
pontifi~adb,
quatro
años despues de su
muerte
la
canonizó
y
puso en
el catálogo de los Santos con so–
lemnidad verdaderamente extraordinaria.
El
año siguie,nte,
que
fué
el de
1236,
fué
elevadó
de
la tierra
el santo
cuerpo ·por -el arzobispo de Moguncia,
y
expuesto
el
la
pública Vefieracion
de
los fieles, asistien·
do
a
esta ceremonia1
el
emperador Federico 11,
el
qual
levantó
el
primero por sus imperiales
tnanos
la losa de
la sepultura,
y
puso al cadáver una corona de oro en la
cabeza. ·
Halláronse presentes
a
esta
devotísima
funcion
el
jóven
landgrave
H.erman, ·hjj_o de la Santa,
y
las
prince–
s~~
Sofía
y
G~rtrudis.,
hermanas del
landgrave,
y
tambien
htJas de la misma Isabel. El concurso de prefados
y
d·e
príncipes del
imperio
y
del -Otro gentío que acudió
a
esta
solemne
translacion del
santo cuerpo
fué
tan
grande, que
se asegura
pasaba
de doscientas
m,¡¡
persona .
Extendió e
por toda:la ciudad
la suavísima
fragancia que exhaló su
¡
se-