Table of Contents Table of Contents
Previous Page  271 / 550 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 271 / 550 Next Page
Page Background

NOVIEMBRE. DIA XV.

227

engañosos , estas falsas persuasiones , estas ideas trocadas

son la semilla, son el concepto, son el fe to de la concupis–

cencia, la qual preñada de co3as tan abominables no puede

parir otra cosa que el pecado,

ni

éste dexar de producir la

muerte. Conoce , pues ,

ó

hombre , toda la . erie y genera–

cion-verdadera de tus propios deliros : cono e que D ios

es

fuente de bondad , de gracia

y

de misericordia :

que

de

su

seno pueden venirte una infinidad

y

una etern idad de bie–

nes; pero que ni por aso·mo pueden allí tener orígen tus ma–

les. Conoce que éstos nacen de ti mismo , y si

tu

soberbia

se atreve

él

sugerirte otra cosa, pide

él

Dios

su

grada,

y

me–

ditá su santa

~y

, y

está· seguro de que encontrarás

con

la

verdad,

y

por su medio con la ventura.

El ei1angelio e.r del cap.

12.

de

San

Juan.

IN

illo témpore· ' dixit Je.ru.r

.

EN

aqu~l ~iempo

díxo Jesus

a

discípuli.r .ruis: Amen, amen

sus d1sc1pulos: De verdad,

dico vobis, nisi granum fru-

de verdad os digo, que si el grano

ménti cadens

in

terram, mór-

de trigo que cae en la tierra no

tuum fúerit: ipsum solum ma-

muere, queda infecundo; pero si

net. Si autem mórtuum fuérit,

.

muere, fructifica con abundancia.

multum

fructum ajfert. Qui

Quien ama su vida la perderá:

y

amatánimam .ruam, perdet eam:

el que aborrece s_u vida eneste mun–

t,Bqui odit ánimam suam in hoc

do, la custodia para la vida eter–

mundo, in vitam eetérnam cust8-

na.

Si

alguno me sirve, sígame:

y

dit eam: Si quis mihi ministrat,

en doode esté

yo,

allí ha de es–

me sequatur:

é6

ubi .rum ego,

tar mi siervo.

Y

aquel que me sir–

illic

8

miníS<ter meus erit. Si

va

a

mí ,

será honrado por

mi

qui.r mihi ministráverit, bono-

Padre.

rificábit eum Pater meus.

MEDITACION

SOBRE EL MODO DE VENCER LAS TENTACIONES.

/

P U N T O P R 1 M E R O.

C

Onsidera, que, como dice

San

Agustin, (

1Jia!og. ad

Oros.)

la tentacion es en cierta manera necesaria al

christiano , por quanto no es grande alabanza

ni

gran glo–

ria el no pecar qMando no se ha padecido tentacioo

al–

guna; pero que estas mismas tentaciones,

que

Dios

per-

p

2

mi-