DE VO TOS.
no hacernos ver nuestras pasiones sino
á
una falsa Dia
IV.
luz;
no
no~
pare<J n violentas, hediondas, enemigas
y
perniciosas,
v.tL10
en los otros. Queremos que las
nuestras sean siempre mas bien acondicionadas,que.....
remos que tengan un ayre mas afable
y
menos rús-
tico. Mirémos
1
~
,.; . )
preocupaciones ; pens 'mos de
nosotros mismos como los otros piensan. No miré-
mos nuestras pasiones sin
en sus efeétos ; estos
son sus verdaderas imágenes; quitémoslas la mas-
carilla, veámoslas sin disfráz ,
y
nos desagradarán.
¡Buen Dios!
~No
es
de temer que estémos de inteli..
gencia con
ella s ~
Lo cierto es, que se alimentan
á
nuestras expensas. La indulgencia con que las excu-
samos, da bas tante
á
conocer que no las miramos
siempre como
á
enemigas. Con mas indulgencia tra-
tamos
á
nuestras pasiones, que ellas
á
nosotros ; si
quisieramos vencerlas, no nos faltarían modos ni
medios para conseguirlo.
'
El Evangelio es del capítulo
25.
de S. Matéo.
I
N illo t émpore, dixit J-esus discípuli's suis pará–
bolam hanc : S ímile erit regnum ccelorum decem
v irgínibus, quce accip frn tes lámpadcs suas exiérunt
óbviam sponso,
&
sponsce. Quinque autem ex eis
erant f átuce ,
&
quinque prudéntes: sed quinque f á–
tuce, accéptis lampádibu:r;
,
non sumpsérunt óleum
secum: prudéntes vero accepérunt óleum in vasis suis
cum lampádibus. Moram auteni facíente sponso,
dormitav cfrunt omnes,
&
dormiérunt. Af¿di.Í aut cm
noae clamor faau"s est : Ecce sponsus venit
,
exlte
óbviam ei. Tune surrexérunt omnes vlrgines illce,
&
F4
or-