DEVOTOS.
El alma del hombre mas vil,ha costado tanto
á
J esu- D ia III.
Christo , com la del may
r
Monarca.
t,
Se dirá que
se trabaja p r D ios , quando solo se halla gusto en
los ministerios honrosos, y no se siente sin un zelo
frío ' insípido y disgustado por la salvacion de la gen-
te
plebeya~
El
Judí
y
el Gentil, igualmente son
la
obra de las manos del Se.fiar. Este Dios, para con
el
qual no hay aceptacion de personas, pretendía , que
con la venida del Mesías no hubiese ya diferencia
entre ellos,
y
que todos no hiciesen ya sino una sola
familia , una sola casa,
y
un solo pueblo que invocá-
ra su nombre, sobre el qual derramaría sin distincion
las riquezas de su misericordia. ¡Ay de ª'1,l.l ellos,
que envidiosos de erlas repartir, se hacen indignos
de recibirlas! t, Ese espíritu judáico, que induce
á
es-
trechar las misericordias del Señor, no reyna aún el
dia de
hoy~
Et
Señor de todos, es rico para todos
tos.
que le invor;an.
No temamos que llégue
á
empobre-
cerse , por ser liberal. No sucede con Dios lo que
con
los
Grandes de la tierra; como no son ricos pa-
ra todos los que les sirven , se enfadan casi siempre
que se les piden favores; y ordinariamente los con-
ceden pe>r libertarse de ser importunados. Pero nues-.
tro Dios, como es rico para todos los que le invo-
can,
nos manda
que
le pidamos sin cesar; y si algu-
na vez
difiere el oírnos, lo
hace par.a que la indigen-
cia
y
miseria nos tenga
mas largo rato
cerca de él.
¿Qué
motivo mayor para confiar en
su
bondad~
E~
Et