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EXER.CICIOS
Diciembre.
Advirtiendo el Rey los prodigiosos talentos
de
su Cancillér,
y
su raro mérito
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le confió laeducacion
del Príncipe Enrique su hijo. Nada omitió nuestro
-Tomás para hacer de él un Rey ·segun el corazon de
-l)ios ; no se v.ió.jamás educacion.mas bella. Los ser-
icios que Tomás hacía al Estado, no se estrecharon
a'
la 'Familia Real'; envióle
1
el Rey
á
Francia en cali–
·dad de Embaxador extraordinario , acompañó
á
En–
·riqu.,e
á
Guinéa,
y
en
todas partes
dió
pruebas visibles
de cordura, de prudencia, de habilidad y de valor.
Mientras que
el
Cancillér de Inglaterra brillaba
tanto en la Corte ,
y
era la admiracion de las Cortes
extrangeras,el ArzobispoTeobaldo dexó vacante por
su muerte Ja Silla de Cantorberi ; desde luego pusie:..
ron todos los ojos en
el Ca.ñcJ:llér;
el mismo Rey cre–
yó
no
podía encontrar wgeto mas
dig~o;
y
así, lo·mis–
mo fue verle, que decirle le babia escogido para
la
primera Silla de Inglaterra. Tom_ás se asustó al oírla ·
propuesta del Rey; representóle su insuficiencia para
un. cargo ,"que pedia otra virtud
y
·otra ciencia que
la
que ·podia
él
tener. Estos humildes sentimientos,
y
toda su
respetos
a
representacion, solo sirvieron para
confir.mar·su
eleccion.
Viendo entonces
qué1era:
pre.–
c:iso ob.edecer; ·dixo nuestro'
Santo¡:
Señor,
estoy muy
seg.uro·,
que si Dios•permite
que yo sea Ar7lobispo
de
Cantorberi,perderé bien pronto la gracia
y
el favor
de
V.
Magestad,
y
que el
grande .afeao
con que
~hora
me honra;se convertirá en un ódio implacable; porque
la's disposiciones con que· veo
á
V. ·Magestad me dan.
sobrado motivo
para.temer
hade ·querer exigir de mí
muchas cosas contrarias
á
los derechos de la Iglesia,
y
que no .me permitirá concederos mi ministerio; lo
. qual