DEVOTOS. -
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La inocencia de costumbres de San Juan,
y
par- DiaXXVII.
ticularmente su virginidad , le hicieron bien pronto
mas querido de su divinoMaestro que todos los otros.
San
Gerónimo , como tambien la Iglesia en el Oficio
de este Santo , atribuye
á
su virginidad la predilec-
cion del Salvador,
y
todos los favores singulares que
este Santo Apóstol recibió con preferencia
á
los otros.
Su inviolable adhesion
á
Jesu-Christo,
y
aquella
fi-
delidad con que le seguía
á
tQdas partes, da ba-stan-
te
á
conocer que el amor de San Juan
á
su amado
Maestro era recíproco. San Juan aQ:taha
á
Jesu-Chris..
to con una extremada ternura ,
y
desde el primer dia
que se le juntó, no supo perderle de vista. Jesus
amaba tan tiernamente
á
San Juan,
y
esta predileccion
era tan conocida
y
tan visible, que él mismo no to-
ma otro título ni otro nombre en el Evangelio, que
el de el Discípulo
á
quien amaba Jesus:
Discípulus
quem
diligebat
J-esus.
Juan fue el confidente de to-
dos sus secretos,
y
quando los otros Apóstoles que-
rian informarse,
ó
tomar nueva luz sobre algun pun-
to,
se encaminaban al amado Discípulo. Pero lo que
hace ver la virtud eminente de nuestro Santo , sus
raras prendas,
y
su mérito universalmente aplaudido,
es, que estos favores particulares
y
esta tierna?mis-
tad del Salvador jamás causaron la menor envidia, ni
eI menor asomo de :z.elos entre los otros Discípulos,
aunque
á
la sazon eran todavía muy imperfettos.
El Salvador, dandole todos los dias nuevas mues–
tras de su amor , quiso que fuese testigo de todas
las acciones mas prodigiosas de su vida mortal. Pri...
meramente se encontró nuestro Santo en la curacion
de la Suegra de
San
Pedro ; poco
d~spues
en la re-
Kk
su:-