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EXERCICIOS
Diciembre. por Jesu-Christo,
y
perdonó
á
los que le dieron la
muerte. No se puede llevar el amor mas lexos, que _
morir por el que se ama .. Hagámos juicio del amor,
que tuvo San Esteban
á
Jesu-Christo, por el sacri–
ficio que le hizo de su vida;
y
hagámos juicio de
este amor por las circunstancias particulares de su
muerte. El mismo afio de la muerte del Salvador del
mundo,
y
de su Ascensional Cielo,
á
saber, quando
laIglesia estaba aún en mantillas; antes de todas aque..
llas maravillas
y
prodigios, que debian hacer tan plau–
sible
y
tan fácil la Fe; antes que la tropa inumerable
de Mártires hubie e amansado á los Infieles
con
los
mas horribles tormentos,
y
hubiese hecho deseable
el martirio , San Esteban defienqe la divinidad de
Jesu-Christo,
á
quien se acababa de ver espirar en
una Cruz; defiende esta divinidad en medio de
Jeru–
salén,
y
eo presencia de toda la Sinagoga; predica
el Evangelio sin temor , confunde
á
los Doétores de
la
Ley,
y
demu stra la verdad de la Religion con el
claro testimonio de la Escritura. En vano se arman
contra él el ódio , el furor
y
la rabia ; S. Esteban, lle–
no del Espíritu Santo, disipa todos los enemigos del
Salvador, desarma
á
todo
el
infiern
conjurado
con–
tra él, y hace triunfar la Religion
christiana , pocos
dias despues de su nacimiento. Su amor
á
Jesu-Chris–
to
triunfa gloriosamente de todo, se
le
amenaza con
la muerte,
y
se ofrece alegre
á
ser la primera víéti–
ma, sacrificada por la gloria de su divino Maestro;
corre al lugar del suplicio, como al festín mas deli–
cioso; ve á aquel pueblo furioso con las manos to–
davía teñidas en la sangre de Jesu-Christo, que aca–
baban de derramar, armarse de guijarros, para der-
ra~