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EXERCICIOS
Diciembre. ño; pero no extinguió el amor que unia
á
los discí–
pulos con el Maestro. Retiraronse casi todos para llo ..
rar libremente la muerte de su divino Salvador, pe–
ro sin perder la e peranza de su resure.ccion glorío- ·
sa. Santo Tomás fue uno de los que sintieron mas
vivam~ nte
los malos tratamientos de Jesu-Christo;
y
si hubiera seguid la vivacidad de su natural
y
de
su buen corazon 'hubiera d fendido con valor
y
con
brío
á
su amado Maestr . Pero es preciso creer que
el Hijo de Dios que le conocia, que le amaba ,
y
que le hab ·a instruido, gobernó su conduB:a con
su
divin Espíritu. Santo Tomás se retiró con los otros
discípulos
á
Jerusalén , esperando aquel gr nde
acontec ·miento , que debía ser el triunfo de
J
esu–
Christo
y
el de la religion,
y
el cumplimiento de
su~
predicciones
y
de sus promesas.
Habiendo resucitado Jesu-Christo,y aparecidose
luego
á
la Santísima Virgen, despues
á
San Pedro,
á
María Magdalena
y
á
los otros discípulos, todos
los quales aseguraron, que su amable Maestro había.
resucitado , y se les había aparecido; los dos disdpu..
los que iban á Emaús tuvieron
la
dicha de verle,
y
de
conversar con
él,
y
volvieron incesantemente
á
Jerusalén
á
dar parte
á
los Fieles de
su
aventura;
ha–
biendolos hallado juntos, unos decían que el
Salva~
dor habia resucitado verdaderamente ,
y
que se ha–
bia aparecido
á
Pedro,
á
las santas mugeres y
á
mu–
chos discípulos ; otros nada de todo esto creían. Co–
mo se disputaba todavía sobre esto, se
dign6
Jesus
comparecer visiblemente en medio de ellos, sin
ha–
ber abierto la puerta , ni hecho agugero alguno
en
la
pared. Los saludó, segun tenia
de
costumbre
?
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