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E X E Re I e I os
Diciembre•. sicion. Se hizo correr la voz que Adón era un Mon–
ge vagamundo que se habia escapado fog it ivo de su
Monasterío; para aclarar este r umor, fue preciso un
testimonio de su Abad, el que dió Lupo , su antiguo
Maestro, Abad entonces de Ferrieres,
y ·
le dirigió
al Conde Gerardo,que era el Sen r mas poderoso de
la Provincia; en él declaró que Adón, su Religioso
y
su discípulo, j amás se había huid de su Monasterio;
que él mismo le habia enviado
á
Prom ,
á
ruegos del
Abad Marcuardo , para educar
á_
los Novicios
en
aquel espÍritu de regularidad
y
de fervor., de que
él
mismo daba tan grandes exemplos. Que despues de
,haber morado algun tiempo en
el
Mona~terio
de
Prom, cedie_ndo
á
la enviqia de aquellos
á
quienes su
demasiado mérito tenia disgustados , habia empren–
dido con
el
permiso de
sus
Superiores el v.iage de Ro–
ma. Que
á
ruegos de R emigio, Obispo de Leon, que
deseaba. tenerle junto
á
sí, le habia enviado sus le–
tras
ele
obediencia, aunque la
licencia que le babia
dado de palabra podia bastar. Q.ue Adón era un hom–
bre de calidad, toda
vía
mas digno del Obispado por
la pureza de sus costumbres, por su saber , por su
eminente virtud ,
y
po r la regularidad
y
prudencia
de
su conduéta, que por su nacimiento; que
él
se creía
obligado
á
.dar este testimonio en favor de la ino–
cencia
y
de la virtud de A.dón.
Quitado el obstáculo de una manera que era tan
gloriosa paraAdón, fue consagrado por los Obispos
de la Prbvincia con universal aplauso. Luego que
se
consagró
el
nuevo Obispo, escribió al Papa Nico–
láo
l.
quien le envió
el
Palio en señal del aprecio que
hacía
de
su
mérito.
Su
elevacion
no le
hizo
mudar de
cos-