EXER.CICIOS
J)iciembre. teis , me parece sentirme con bastante ánimo, me-
.
diante la ayuda de vuestra gracia, para desafiar á to..
dos los males, á,que no son capáces de separarme
ja..
más
de Vos; dadm
0
asimismo fuerzas para triunfar
fle
los deleytes , mas lisongeros y mas sensibles toda–
vía
que los mismos tormentos.
Un
Christiano debie–
ra preguntarse
á
menudo
á
sí mismo:
~lo
que el mun–
do tiene- de mas amable
ú
d _ mas terrible, podrá se–
pararme de Jesu-Christo '? Si para hacer una brillan–
te fortuna
n
fuera menester m1s que
com ~ ter
un pe–
cado secreto , permaneceri'a yo fiel'? Lo que su cora..
zon
le responda entonces, le hará co nocer si ama
á
,
Dios.
Si el corazon hubiera de hablar lo que siente,
¡oh ;
y
cómo ·~s
de temer, que Jesu-Christo recono–
cería
pocos siervos fieles!
~
hay necesidad de seme..
j J.ntes pruebas , para descubrir la flaqueza de nuestro
~mor'? ~ po r
ventura no muestra bastantemente ser
semejante
á
esos fuegos artificiales, que el menor so..
plo apaga'?
~á
esas flores tiernas y delicadas, que
á
la
menor
escarcha se marchitan y se queman'? nada mas
r--uin ,
nada mas feble que nuestro amor
al
Salvador;
juzguémoslo por nuestra indiferencia , por nuestro
poco respeto en el
Temp~o,
por nuestra poca solici–
tud por agradarle; añadamos por nuestra espantosa
~erenidad
despues
4e
haberle ofendido. Esto aturde,
y
repugna
á
todo espír it u chr istiano ; esto parece
in–
creíble
á
los mismos bárbaros. J esu-Chr isto posee
y
tiene en sí solo todas las calidades
y
perfecciones
capáces .de move r.y ganar todos los c razones; Jesu-
9hristo es nuestro
Dios ,
nuestro Redentor,
nues~
tro Rey, nuestro Mcdiad9 r , nuestro Salvador, nues–
tro Padre. Nosotros no. ignoramos lo
que
ha hecho1
•
l.
por