DEVOTOS.
JACULATORIAS PARA ENTRE EL DIA.
Díligam
te
,
D ómine, fort itúdo mea.
Salm.
17.
Y
o os amaré , Señor ,
á
Vos , que sois toda
mi fortaleza.
J},uid enim mibi est in crElo
,
&
a
te quid ·11ólui super
terram, D eus cordis
rnei~
Salm.
72.
·
?,Qué cosa hay en el Cielo y en ·1a Tierra, Dios de
mi
corazon, que yo quiera, que yo pueda amar .
fuera de
V
os~
P RO POS I TO S.
·:r
ACuerdate, que toda nuestra felicidad en
este mundo y en el otro , no consiste,
propiamente hablando, en otra cosa, sino en amar á
Dios;
y.que.todos los exercicios de piedad no sirven
sino para
hacern~s. amar
á Dios .cada día ma s; y que no
tenemos mer ito, ni valemos nada, si no amamos á Dios.
He aquí el blanco á que deben dirigirse todas nuestras
devociones y exercicios espirituales. Excítate
á
este
amor de Dios tierno
y
afeétuoso; acostúmbrate á de–
cir freqüentemente
p
r el día y por
la
noche: yo os–
amo,
Dios
mio. Procura hacer todas tus buenas obras
por amor de Dios. Si visitas los pobres enferrn s
ó
en–
carcelados,
si
perdonas las ofensas, si das
limoso~,
h az todas estas cosas como otras tantas pruebas que
das á Dios del amor que le tienes.
2
Piensa
á
menudo en tus meditaciones quan dig–
no es Dios de ser amado; quan infelíces son los que no
~
le
Dia XVI.