DEVOTOS.
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cien míI mundos, se hubiera perdido
á
Dios
para siem–
pre;
la
pérdida no sería menos terrible , ni
meno~
irreparable. Pero quando se piensa,
(y
se pensará ne...
cesariamente por toda la eternidad,aunque no se quie..
ra)
quando se piensa que se ha perdido
á
Dios por
ba~
gatelas , por nada , ·por satisfacer una brutal pasion,
que ha sido seguida de tantos despechos; por correr
detrás de un humo, de una sombra, de un fuego fátuo,
de una quiméra ; porque no solo en el infierno se ·des–
cubre este vacío , este fantasma, esta nada de las hon–
ras , de los deleytes,
y
de todo lo que en
el
mundo se
llama fortuna; el mismo juicio se hace de todo esto
de
esta vida, en aquellos interválos de razon y de re..
ligiori en que la pasion calla; y sobre todo
á
la hora de
la
muerte, donde se juzga tan sanamente de todas las
cosas. Comprehende, si puedes, la impresion que hace
sobre una alma éste pensamiento, este juicio , este pe–
sar. ¡Qué indignacion contra ti mismo! ¡qué despecho,
qué rabia haber sido tan insensato, tan enemigo de su
propio interés; haber sido tan fátuo, como haber per...
dido á Dios para siempre, por unas nadas que pasa–
ron como sueños !
Pro nihilo
,
dice el Profeta: ¡,haber
perdido
á
Dios,
y
con
él
una felicidad eterna, un
Pa..
raíso, una g1oria sin fin! ¡Oh Dios, qué pesar este!
pe-–
ro lo que pone el sello,
y
lo que es e[colmo de la ra–
bia
y
de la desesperacion,es ver que se ha perdido to–
do esto únicamente por su
culpa.
Si Dios me hubierá
puesto en la fatál, en la cruél necesidad de condenar–
me, si me hubiera reprobado por
su
gusto,si no hubie–
ra
muerto por
mí,
si me hubiera negado
su
gracia; mi
desventura sería infinita, pero en este caso tendría
yo
un pesar
menos;
pero que
J
esu-Christo
haya dado to-
T 3
da
Día X!V.
ti