.
EXERCIC'IOS
Diciembre. geamos siempre que nos aprovecharémos de las des-
.
/
/
.
gracias agenas, que seremos mas cautos, mas prov1-
dos , que tomarémos mejores medidas. Dobl amos
nuestros deseos, nuestros desvélos, nuestros artific ios,
á
medida que sentimos crecer nuestros deseos de for–
tuna
y
de conveniencias. Corremos en busca de es–
ta quimérica felicidad. La fortuna, semejante
á
aque~
llas exhalaciones que huyen de los que van en su se–
guimiento , no dexa de verlos precipitar en algunos
atolladeros. Así se burla la providencia de esos idó–
latras de la fortuna ,
y
de todos los que corren trás
el oro. Un hombre cuerdo se contenta con una for–
tuna mediana. Es una gran debilidad no contentar–
nos jamás con la condicionen que Dios nos ha pues–
to; si tenemos ansia , sea por una fort4na mejor gue
todas las de acá baxo; sea por una fortuna que va–
le infinitamente mas de lo que cuesta. Tengamos una
santa ambicion de ser cada día mas virtuosos. La sal–
vacion , la santidad es el único objeto digno de
un
corazon christiano. Solo Dios puede contentará una
alma , de
la
que es el soberano bieh
y.
el ultimo fin.
Amará Dios, servirá Dios, agradar á Dios, ésta
es la sola fortuna que tenemos que hacer. No hay
que temer ni envidiosos ni concurrentes en el servi–
cio de Dios.
El Evangelio es del capítulo
I 2.
de
San
Lucas.
I
N illo témpore, dixit J-esus discípulis sui_s :
Si~t
lumbi v estri prcecínéJi,
&
lucérnte ardentes
in
mánibus v estris,
&
vos símiles bomínibus expectánti–
bus dóminum suum quando revertatur
á
núptiis
:
~t,
cum