268
EXERCICIOS
Diciembre.conoce por tal. El hombre piensa con poco arreglo;su
juicio, por lo comun , lleva á la falsedad y
á
la mentí–
!ª·
Todas las cosas se juzgan en un tribunal donde los
Jueces ordinariamente son partes. Los sentidos dan su
diétámen,y son atendidos; las pasiones tienen voto de–
cisivo en este tribunal. El humor, el natural, los inte–
¡;1~ses
particulares, el espíritu del mundo,todo aboga
y
defiende la causa del amor propio.
~Y
nos admiraré–
mos que nuestros juicios sean tan fa lsos; que nuestras
ideas sean tan contrarias á las deDios; que estim "mos
y
alabemos tan freqüentemente lo que Dios reprueba;
y
por consiguiente, lo que es verdaderamente digno
de despreciarse'? En solo el Señor debemos buscar
.nuestra gloria; quiero ·decir, en la perfeéta suníision
á
sus órdenes,
y
en hacer lo que le agrada. Porque,
ó
las
cosas en que nos glor iámos no se
pue~i,en
referirá Dio.s,
y
entonces la gloria n.o puede ser sino muyvana;ó nos
gloriámos de aquellas ventajas, de que no estamos re..
ve.stidos sino para usar de
ella~
se·gun los fines de Dios;
y
entonces el hombre es mu.y injusto en apropiarselas
á
sí mismo.
tLa
vanidad
de
alaba.rse uno á sí mismo
no
es
una gran fl aqueza? tQllé piensan los hombres de los
que se alaban á sí mismos'?
~Esto
solo no roba á las
acciones mas loables lo que tendrían de mérito por
otra parte'l
~A
lo menos, esto no empaña la mas
her–
mosa virtud'?
~Por
qué ensalzar
el
poco bien de que so ..
mo's capáces
'?
i
A qué fin publicarlo donde creemos
que puede atraernos_la aprobacion de los hombresf
Si
D~os
nos
quiere en puestos donde nos sea necesaria
la
estirñadon de los hombres,
él
sabrá muy bien mo -
· tra~les
que somos dignos
de
ella, sin
que
nosotros la
procuremos por
nuestra parte.
La flaqueza de
alabar-
-
se