D iciembre.
EXERCICIOS
MED
ITACION.
JJUANTO ABORRECE DIOS
el pecado.
PUNTO . PRIME RO.
C
onsidera' que no hay mas fuerte antipatía que
la que hay entre D ios y el pecado; esta antipa–
tía
le es esencial
á
Dios. La naturaleza de Dios es esen–
cialmente enemiga del pecado, y por consiguiente del
pec_ador. Si el pecado pudiese dexar de ser contrario
á
Dios , no sería ya pecado; y si Dios pudiese dexar de
aborrecer el pecado, no sería Dios. Luego no debo es–
perar poseer
á
Dios mientras estuviere poseído del
pecado. Así como el pecado no entra en el Cielo, por–
que Dios reyna en él; así Dios no ent:ra en una alma
donde reyna el pecado. Si se tuviese una idea cabál
del pecado , el nombre solo de pecado causaría en el
alma un horror y un espanto mortal. · El pecado es
propiamente el solo mal del hombre; la pérdida de los
bienes,
h~. s
desgracias, las enfermedades, los dolores ,
las persecuciones, la muerte misma no son mRles sino
muy impropiamente, y en quanto son efeél:os y con–
$eqüencias del pecado; en ·efeél:o, que un hombre sea
desgraciado, pobre, enfermo, perseguido , y el dese–
cho del género humano; que sea despreciado, ca–
lumniado , y aún reducido
á
la última miseria ; si este
hombre está en gracia y amistad del Sefior, por no ser
respetado no dexa de ser respetable. Es como tln dia–
mante de gran precio, cubierto de polvo, que no se
conoce
y
se lleva entre los pies; la misma muerte, tan
ter-