DEVOTOS.
In
terram,
&
abscóndit pecúniam dómini sui. Post
Dia VI.
m11ltum vero témporis venit dóminus servorum
illo-
rum,
&
posuit rationem cum eis. Et accédens qui
quinque talénta. accéperat, óbtulit ália quinque ta-
lénta, dicens: Dómine.quinque talénta tradidísti mi-
hi;
ecce ália quinque superlucratus sum. Ait
illi
dó-
minus ejus: Euge serve bone,
&
fidelts, quia super
p áuca fuístifidétis, super multa te constítuam_, in-
tra
in
gáudiumdómini tui. Accéssit autem
&
qui duo
·talénta accéperat -,
&
ait: Dómine ,_duo talénta tra-
didfsti
mihi,
ecce ália duo lufratus sum. Ait illi dó-
minus ejus
:
Euge serve bone,
&
/jdélis
,
quia super
páuca fufstf fidélis, super multa te constítuam, in-
tra in gáudium. dómini tui.
ME D 1TAC1 O N.
QUE NO
.HAr
ESTADO
DE
DONDE SEA
mas dificil ;;a/ir, que del estado de la tibieza.
PUNTO PRIMERO.
C
onsidera' como el estado de la tibieza ' no solo
es muy arriesgado por lo que mira
á
la sal–
vacion, sino que lo que hay mas que temer, es, que
casi no tiene remedio ;
y
que quando una alma es–
tá
en este estado , es casi imposible que salga jamás
de él. Para salir de un estado peligroso , es menes–
ter conocer que se escá en ·él, y conocer su peligro;
y
esto es cabalmente lo que el alma tibia no cono–
ce. Por mas que uri pecador esté abi$mado en los
mayores desórdenes, no le cuesta trabajo el conocer
el