8.z
.
VJ.DAE>E CHRISTO
cina. ,- .no
ha,0ía
encontrado hasta ehtofices una ma–
no carita
,ti.vaque
hi~iese
este servicio. Viendolo Je–
~µs _,
tuvo -4:WJpasion de .él,
y
le dixo : Levántate,
torna tü camilla,
y
1\1'.efe
;d·
ho-rµbre ·se levanta al pun–
~o,
y
tom~nd
su camilla ,,
$e
pone
a
andar. Como.
aqu.eld~a
era
Sába.do, .empezaron
a
gritar muchos
c.ontra .lfl
pret~ndida
transgresion del prece-pto; pero
él .les respondió, que el que lo había curado se lo ha·
-bía
manci~do.
.No fue menes.ter mas para,
hac~r
reo ·al
Salvado.r,
e
imputarle a ·pecado un milagro, que
pro~
~aba
tan visiblemente su santidad
y
su omnipotencia:
l9s
Fari~~O$
sobre todo , exasperados de vér que
el
S~lvad<;>r ~Q.
toda ocasion les quitaba
la
mascarilla,
y
los mostraba· tales quales eran-, se alborotaron.,
y
dixeron
a
voces' ql!e aquel que hace un milagro en
~ábadó
quebrant'a el
precepto~
y
que
eTqüe
quebráñ:
ta el precepto de fa.Ley,.
no
puede ser amado de Dios.
El Salyp,.dqr,
hi~o
palpáble
la.
có~trad~ccion-de
,est_e ra- ·
zonamiento ,, haciendo vér que. Dios· no puede apro–
bar
~Qn . 111il'~gr-0s 1~
t'ransgre_s.ion de la Ley ; pero
ble~
p~esto
se le
qfr~ció
o.casion de confundir todavía mas
sensiblemente
la
malignidad de aq_uellos injustos cen.....,
~eres .,
.
i.
_Habiendo entrado .un Sábado·
e~
la -Sinagoga, se
le pre_sentó un hombre que teufa .una.mano 'seca y per–
lática: Los Escribas
y
Farjséqs estaban c;tguardando
a
vér si en el día del Sábado. se atrevía
el
Seflor
a
cu–
rar
a
est~
enfermo. Viendo. Jesus lo que. pensaban ea
sB
interior, le
dj~p
p.l h0robre,.
que
se.acercára;
y
en;
carándó_se
a
aquello,s malignos cens_ores' les preguntó,.
si era permitido curar en dia de $ábado. No atrevien–
dose ninguno
a
responder' les dixo Jesus: z,Quién hay
en-